- Trichet justifica que garantizar la estabilidad de precios es un requisito imprescindible para mantener el crecimiento económico
MADRID, 16 May. (OTR/PRESS) -
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, aseguró hoy que no hay margen para la complacencia en la lucha contra la inflación, con lo que aleja de nuevo la posibilidad de un recorte en los tipos de interés (actualmente en el 4%) para luchar contra la ralentización económica. El responsable de la máxima autoridad monetaria europea argumenta que no se relaja en su lucha contra la inflación e insiste en que "la estabilidad de precios es un requisito imprescindible para mantener el crecimiento económico".
El BCE no está dispuesto a relajarse en su lucha contra la inflación, por ello insiste en que lo más importante es la estabilidad de precios a medio plazo. En un discurso en el foro económico anual que organiza la Comisión Europea, Jean Claude Trichet insistió en que unos precios estables son un requisito imprescindible para mantener el crecimiento económico, la creación de empleo y la cohesión social. "Las pruebas empíricas demuestran que hay una relación negativa entre la inflación y el crecimiento", destacó el presidente del BCE.
"No hay margen para la complacencia. La estabilidad de precios a medio plazo debe garantizarse permanentemente", dijo Trichet en un discurso ante una conferencia organizada por la Comisión para celebrar el décimo aniversario del lanzamiento del euro.
Trichet estacó que el Banco ha logrado desde su creación hace 10 años anclar las expectativas de inflación, y que desde la introducción de la moneda única la tasa de crecimiento de los precios se ha situado ligeramente por encima del 2% anual, pese a "una sucesión de shocks importantes en los precios de las materias primas".
El presidente del BCE asegura que el euro ha tenido un efecto protector ante la crisis financiera y recordó que, desde su introducción, los países de la moneda única han disfrutado de mejores condiciones de financiación que en el pasado. Entre los principales desafíos para la eurozona destacó la de la creación de empleo y el de impulsar el crecimiento económico, para lo que apostó por una mayor flexibilidad en los mercados laborales.
REFORMAS EN EL MERCADO LABORAL
En este sentido, Trichet aseguró que el consejo de gobierno del BCE está prestando especial atención a las negociaciones salariales en la eurozona. La institución ha destacado en varias ocasiones la importancia de evitar efectos de "segunda ronda" tras el aumento de precios y se ha mostrado contraria a la indexación de los salarios al IPC.
Trichet alertó de que en los países y regiones europeas cuya competitividad ha caído y donde la tasa de paro sigue alta, como es el caso de España, "es importante que los incrementos salariales no agoten plenamente las mejoras de productividad para dar incentivos a las empresas para que creen empleos adicionales".
Por ello el presidente BCE reclamó reformar el mercado laboral para eliminar todas las "rigideces" que disuaden a las empresas de contratar a jóvenes y a personas mayores. "Una legislación de protección del empleo demasiado rígida tiene un impacto negativo muy fuerte en las industrias que están experimentando un cambio tecnológico rápido", subrayó Trichet, que lamentó que los "progresos hacia una mayor flexibilidad contractual sigan siendo lentos en varios países de la eurozona".