Actualizado 30/10/2007 18:57

Crónica Pakistán.- Al menos siete muertos en un atentado contra un puesto policial cercano a la oficina de Musharraf

- Pese al incidente, Bhutto no aplaza su viaje a la ciudad de Rawalpindi

ISLAMABAD, 30 Oct. (OTR/PRESS) -

Al menos siete víctimas mortales es el balance de un atentado suicida perpetrado hoy en la ciudad paquistaní de Rawalpindi y que pudo oírse desde las oficinas militares del presidente del país, el general Pervez Musharraf. El ataque, que se produjo contra un puesto policial, no amedrenta a la ex primera ministra Benazir Bhutto, que mantiene su viaje a la antigua capital pakistaní para el próximo 9 de noviembre, en una visita enmarcada en su campaña de cara a las futuras elecciones.

Según informó la Policía, el último ataque produjo al menos siete fallecidos y casi una veintena de heridos. Este atentado se produjo a menos de un kilómetro de distancia del cuartel general de las Fuerzas Armadas en Rawalpindi, donde se encuentran las oficinas del presidente Pervez Musharraf como general del Ejército, pero el mandatario resultó ileso. Con este nuevo incidente, ya son cuatro los sucesos que afectan de cerca al mandatario, después de dos intentos de asesinato en 2003 y disparos contra su helicóptero el pasado julio.

El suicida de hoy tenía entre 19 y 23 años, señaló el portavoz del Ministerio de Interior, Javed Iqbal Cheema, en declaraciones a la cadena de televisión local 'GEO'. Según el jefe de Policía de Rawalpindi, Saud Aziz, "cuando los agentes ordenaron al suicida que se detuviera al atacante le entro el pánico y, mientras la Policía intentaba capturarle, se inmoló". "Nuestros agentes murieron para proteger a los civiles en Pakistán", agregó.

Como consecuencia, se produjeron las muertes, entre las que se cuentan policías y civiles, como los pasajeros de un microbús que en ese momento estaba pasando por el control. De hecho, imágenes ofrecidas por la televisión mostraron mochilas de colegio abandonadas en los asientos de este vehículo, en el que viajaban niños y mujeres.

El portavoz de Musharraf, Rashid Qureshi, rehusó atribuir a un determinado grupo la autoría de la masacre, limitándose a reprobar que los radicales se estén sirviendo de la religión islámica para justificar atrocidades. Qureshi señaló que el presidente paquistaní había dicho que "la única amenaza a la que se enfrenta Pakistán viene del extremismo y el terrorismo", en un ejemplo más del énfasis que pretende exponer el general para desmarcarse de los radicales con el objetivo de emprender algunas reformas democráticas.

ESCALADA DE VIOLENCIA

Pese a la tregua de los milicianos favorables al clérigo protalibán perseguido la semana pasada, que da un descanso al distrito de Swat, la situación en el país sigue siendo tensa. Y es que, antes de este alto el fuego anunciado el jueves se produjeron alrededor de un centenar de víctimas mortales en sólo cuatro días. No obstante, el atentado más significativo se produjo en Karachi el pasado día 18, cuando al regreso del exilio de Benazir Bhutto dos suicidas provocaron 145 fallecimientos entre la multitud congregada.

A pesar de este ataque, las numerosas amenazadas de muerte recibidas y el último atentado en Rawalpindi, Bhutto reiteró hoy su intención de visitar próximamente esta localidad. "Hay dos opciones", avanzó la ex primera ministra, "puedes quedarte en casa debido a lo ocurrido o bien puedes continuar manteniendo contacto con las personas". "Y yo seguiré entre la multitud, convocándoles a encuentros públicos", indicó. De esta forma, y si no se producen modificaciones, la visita a Rawalpindi se realizará el 9 de noviembre, en el marco de la campaña para las próximas elecciones.

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