Actualizado 25/07/2016 14:25

Santiago Apóstol, patrón de España e impulsor del "Camino" y de la Europa de hoy

La Praza do Obradoiro acoge a cientos de peregrinos en la víspera del Apóstol
EUROPA PRESS

MADRID, 25 Jul. (OTR/PRESS) -

La festividad de Santiago Apóstol, patrón de Galicia y de España y fiesta oficial en muchas comunidades autónomas surge durante el reinado de Felipe IV cuando el papa Urbano VIII dictamina en 1.630 que el Apóstol Santiago, el Mayor, sea considerado "solo y único Patrón de la Nación Española", aunque ya en el siglo IX se le nombra Patrón del Reino al ser descubiertos sus restos en la capital gallega.

Cuentan las narraciones y la leyenda que el Apóstol Santiago, hermano de Juan el Evangelista y miembro de los 12 que acompañaron a Jesús hasta su muerte, llegó a tierras españolas a predicar el Evangelio y que en esta tarea llegó hasta la desembocadura del río Ulla, pero que tras el escaso número de discípulos concitados a su prédica regresó a Jerusalén.

Allí fue torturado y decapitado por Herodes Agripa bajo la prohibición de enterrarle. Sus discípulos, a escondidas, trasladan su cuerpo hasta la orilla del mar donde cuenta la leyenda que esperaba un barco "sin tripulación" que lleva los restos del Apóstol, remontando el río Ulla, hasta el puerto romano de Iria Flavia, la capital de la Galicia romana y en que hoy se conoce como Santiago de Compostela se entierran sus restos en un "compostum" o cementerio, donde levantan un altar sobre un arca del mármol.

Las prohibiciones y persecuciones para quienes veneraban al Apóstol van diluyéndose con el tiempo, hasta llegar a olvidar incluso su existencia. Es en el año 813 cuando el eremita Pelayo "observa resplandores y cantos en el lugar"; de ahí el nombre "Camino de Estrellas". Pelayo advierte al obispo, quien informa al Rey Alfonso II del hallazgo, una vez identifican la inscripción de la lápida. Se proclama entonces a Santiago patrón del reino y según cuentan las leyendas y la historia "no escrita" comienzan los milagros y apariciones, lo que convierte su tumba en lugar de peregrinación de millones de personas desde entonces.

Pero que se celebre la festividad del Apóstol Santiago es fruto, entre otras cosas, de la importancia del peregrinaje a su tumba, al ser uno de los acontecimientos que más han atraído a la humanidad desde que se descubrieran los restos del Apóstol. Supone el inicio de las peregrinaciones a Compostela y por consiguiente el conocido "Camino de Santiago", también denominado como el "Camino de las Estrellas".

Por orden del rey Alfonso II el Casto se construyó una pequeña iglesia en el lugar del hallazgo y la noticia se propagó por todos los reinos cristianos de Occidente, situando a Santiago de Compostela, junto con Roma y Jerusalén, en centro de peregrinaje de toda la cristiandad.

El Camino se consolida definitivamente en los siglos XII y XIII ya que la Iglesia otorga indulgencias espirituales a quienes acreditaran su recorrido y su reverencia al Santo. Sin duda, estos "perdones" tenían y tienen su máximo alcance si el año es de los denominados "Años Santos Compostelanos", cuya primera celebración data del siglo XV y se producen siempre que el 25 de julio, día que se conmemora el martirio del Santo, cae en domingo.

Desde que comenzaran los peregrinajes en el siglo IX, hasta la actualidad, han llegado a la capital gallega millones de peregrinos de todos los puntos del planeta. Pero el Camino de Santiago es mucho más que un acontecimiento religioso. Fue el camino de Europa durante muchos siglos y ha tenido una transcendencia cultural, política, social y económica que hay quienes llegan a afirmar que "Europa se hizo peregrinando a Compostela", frase pronunciada ni más ni menos que por el poeta, novelista y dramaturgo germánico Goethe.

Con el Camino nace la primera red asistencial europea, se crean monasterios, catedrales, villas y ciudades y supuso un intercambio de relaciones culturales y económicas desconocidas hasta entonces.

El Apóstol Santiago, mientras estuvo en España vivo no consiguió, al parecer, calar entre los españoles de entonces. Es desde su muerte cuando logra dar luz y prosperidad a una de las épocas más oscuras de la humanidad; la Edad Media y sitúa a Santiago de Compostela, a Galicia y a España en uno de los lugares más destacados del mundo. Beneficia además a todas las villas, ciudades, y rutas que desde diferentes partes de Europa marcan su rumbo a Santiago creando, ya desde siglos atrás, un halo de prosperidad y de luz donde no había nada.

El Apóstol Santiago merece ser patrón de nuestro país, al margen ya de cuestiones religiosas, por ser la figura que propicia el Camino de Santiago y lo que eso supuso para toda la humanidad.