Actualizado 29/09/2007 02:00

Antonio Jiménez.- Despotismo en Sevilla

MADRID 29 Sep. (OTR/PRESS) -

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, se ha pasado eventualmente a la sastrería y ha montado en la Gerencia Municipal de Urbanismo del Consistorio hispalense un remedo de taller de "Mr. Taylor" donde ha diseñado el patrón del traje que le ha hecho a medida y con un paño de primera calidad tejido a base de "piel de contribuyente" a la sede de su partido. Consciente de la necesidad que tenía el PSOE de Sevilla de cambiar de terno tras quedársele pequeñito el actual, Monteseirin ,sin dudarlo un instante ,tiró de cinta métrica, tijeras y tiza azul para señalar los pespuntes, y le ha confeccionado a la "casa común" socialista de los sevillanos un traje de escándalo. Es tan escandaloso el atavío que canta demasiado. No se puede decir que el regidor hispalense se haya producido con disimulo o fingimiento algunos. En la pasada legislatura intentó taparse lo que pudo cada vez que de las arcas municipales del ayuntamiento de Sevilla salía el dinero para pagar alguna de las facturas falsas que también a medida presentaron sus amigos. En ésta, demostrada la nula incidencia que aquellas corruptelas tuvieron en el resultado electoral de las últimas municipales, el alcalde Sánchez Monteseirín ha perdido definitivamente el rubor y se ha subido al trampolín para hacer "pipí" en la piscina municipal a la vista de toda la ciudad.

El escándalo que ha supuesto la recalificación de la sede del PSOE sevillano, ubicada en un edificio protegido de dos plantas, para poder levantar cuatro pisos más con una revalorización de cerca de seis millones de euros, refleja una forma despótica de ejercer el poder muy acorde, por otra parte, con el "régimen" que hay en Andalucía. Este escándalo atufa a despotismo pero también a desahogo y desvergüenza por parte de quienes desde el poder se reservan para sí mismos la parte ancha del embudo y destinan la estrecha, inflexible y severa a sus administrados.

Eso es, ni mas ni menos , lo que ha hecho el alcalde de Sevilla al autorizar para la sede de su partido un importante incremento de su edificabilidad después de habérsela negado a los propietarios de fincas colindantes y próximas que lo solicitaron y cuyos edificios están sujetos al mismo nivel de protección en el Plan Genera de Ordenación Urbana de la ciudad. Tienen la misma catalogación con una diferencia sustancial: los propietarios que solicitaron ampliaciones para sus fincas no forman parte de la familia política del señor Alcalde. Y es sabido que el carné en la tierra de Maria Santísima lo mismo derriba muros que levanta edificios.

Antonio Jiménez.

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