MADRID 18 Oct. (OTR/PRESS) -
El juego de la política es el que es. Cuando no se tiene mayoría, hay que buscar apoyos. Y dentro de los apoyos posibles se eligen los más "baratos"; es decir, los que menos coste tengan. En el caso que nos ocupa, que es el de los Presupuestos, hablar de "costes" en la negociación parlamentaria no es una frase hecha, pues, en definitiva, el Gobierno necesita sacar adelante unas cuentas públicas en las que, dadas las circunstancias, ya ni el papel lo aguanta todo.
La llave que abrió la mayoría ya lograda la cogió de su mano el Presidente del Gobierno, que además de ministro de Deportes, es portavoz, vicepresidente y lo que caiga. No se sabe si pensando mucho, poco o nada en Patxi López, telefoneó a Iñigo Urkullu, presidente del PNV, y le dijo que tranquilo, que el PSOE apoyaría el llamado "blindaje" del Concierto y que los 400 millones de euros que reclama Alava también tenía arreglo. Arreglo similar ha habido con Coalición Canaria, que ha logrado mil millones para paliar el desempleo y algún pico más.
Al Gobierno, en primera instancia, le ha resultado más cómodo, más barato y menos lioso pactar con estos partidos _CC y PNV_ que con los más pequeños de izquierda. Es más engorroso lidiar con ERC, que quiere una revisión a fondo de la política fiscal, que decir al PNV que sí, que se apoya la toma en consideración de un proyecto de ley que a saber cuando llega al Congreso.
El PNV ha jugado, y muy bien, el papel que las circunstancias le han dejado. Después del disgustazo de no verse en Ajuria Enea, el partido liderado por Iñigo Urkullu ha podido, por fin, sacar cabeza y adquirir un punto de protagonismo que había perdido. Y han sido sinceros cuando afirman que no han pensado en si ayudan o no ayudan al Gobierno, sino que se trataba de obtener determinados logros "y vamos en el buen camino".
Lo llamativo es la posición del PSOE. Da al PNV un balón de oxigeno, dejando que, como es lógico, rentabilicen el llamado "blindaje" del Concierto en detrimento del propio Gobierno vasco. En Rodiezmo se blande un discurso que podría ser suscrito, al menos en gran medida, por IU o ERC, para luego acordar con personas tan alejadas del discurso de Rodiezmo, como el portavoz nacionalista Josu Erkoreka. La política es como es, pero eso no debe impedir que algunas cosas, cuando menos, resulten llamativas, por no hablar de tomadura de pelo, y es que llega un momento en que tanta declaración autocomplaciente, describiendo entusiasmo por "el nivel de dialogo" ,suena casi a tomadura de pelo, sobre todo cuando los gestos y ojeras de quienes las hacen indican cansancio de jugar tantos papeles a la vez y, sobre todo y por encima de cualquier otra consideración, es que tanto Coalición Canaria como el PNV contemplan el debate presupuestario con la misma distancia y preocupación con la que las vacas miran al tren.
El Presidente logra, cosa sabida de antemano, la mayoría necesaria; José Antonio Alonso, respira un poco más tranquilo y el ministro Rubalcaba recuerda que "el PNV defiende en la calle una estrategia diseñada por ETA". Y luego, algunos se quejan.