Publicado 25/09/2025 08:00

Fermín Bocos.- Vista a la derecha

MADRID 25 Sep. (OTR/PRESS) -

El consumo masivo de redes sociales por parte de los jóvenes -en ellas se instalan y en ellas se informan- está conformando la percepción que tienen del acontecer político. Percepción que, a la postre, desemboca en la orientación del voto. Los jóvenes no leen periódicos, desde luego no los leen en soporte de papel; a lo sumo pueden acercarse a las ediciones digitales, pero según señalan los sociólogos la tendencia es a "surfear" contenidos, a contentarse con una aproximación superficial a las noticias y comentarios.

Es un segmento de votantes al que los expertos en demoscopia estudian intentando avizorar por dónde van a "poner el huevo" a la hora de ir a votar. La conclusión es que tiende a ser un voto impulsivo, alejado de la reflexión. Que sondeos recientes registren una tendencia de voto entre los jóvenes de menos de treinta años a favor de opciones radicales -singularmente la extrema derecha- podría interpretarse como un voto de rebeldía o de "cabreo", por expresarlo en términos alejados del academicismo. Un malestar que hunde sus raíces en los problemas que encuentran para abrirse paso en la vida: dificultad para encontrar trabajo, salarios bajos, la vivienda como sueño una y otra vez aplazado, desencanto generacional, etc.

No es un escenario exclusivo de España, donde las encuestas señalan de manera sostenida el incremento de las expectativas de Vox, sino que refleja una tendencia europea. Está aconteciendo lo mismo en Alemania, Francia, Italia o Portugal y, más recientemente, en el Reino Unido. Los estudios demoscópicos reflejan un retroceso de las opciones de izquierdas y una tendencia sostenida favorable a las derechas. En el caso de nuestro país el crecimiento de Vox, el estancamiento del PSOE y el desplome de Sumar, vendría a confirmar esa tendencia. En ese escenario también resulta interesante constatar que el PP resiste -hablo de las encuestas- pese a las embestidas de la propaganda gubernamental orientada a desacreditar a su líder sembrando cizaña a partir de la actuación de algunos de sus lideres regionales.

Habrá que ver sí llegado el día de las elecciones las urnas confirman estas tendencias pero parece que vivimos tiempos de cambios sociales en los que el papel de las redes sociales va camino de ser determinante. El viento puede cambiar, pero sopla a estribor.

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