MADRID 16 Abr. (OTR/PRESS) -
El 11-M tuvo unas trágicas consecuencias para España y, de forma indirecta, hizo cambiar el pronóstico electoral hace tres años. El juicio que se está desarrollando ahora de forma ejemplar debía ser el punto final para una historia terrible. Tendrá que llegar una sentencia (la verdad juzgada, tal vez no la verdad total) que tiene que ser aceptada y acatada por todos. No se puede acusar a ningún Gobierno de imprevisión ante un atentado de estas características, pero sí se le puede exigir medidas para prevenir que se pueda repetir. Estos años tendrían que haber servido para aprender, para tener más y mejor información, para tomar medidas y para hacernos más fuertes ante estos grupos terroristas que ya han acercado sus atentados hasta Marruecos y Argelia y que amenazan a Ceuta o Melilla y otros lugares de España. Somos un país de riesgo y debemos tenerlo claro.
¿Cuál es la situación? Los primeros que tenían que guardar silencio y respetar la labor de los jueces, no lo hacen. Nada menos que el secretario de organización del PSOE, Pepe Blanco, ha insinuado que ya está todo decidido, es decir que él ya ha dictado sentencia, y que hay que pedir el procesamiento de Aznar, Rajoy, Acebes y Zaplana por sus responsabilidades. Al margen de que Rajoy no estaba entonces en el Gobierno, ha tenido que ser la vicepresidenta Fernández de la Vega la que le aclarara que las responsabilidades políticas se pagan en las urnas y nada más. Y no parece que haya otras. El secretario general del PP, Angel Acebes, vuelve a salir para negar que mintieron. Acebes debía haberse marchado a su casa el 14-M no por que mintiera -no soy capaz de saber si lo hizo o no- sino por su lamentable gestión previa y posterior de la crisis, siendo ministro del Interior. Si le engañó 'su' policía, malo; y si no se enteró de nada, peor. Pero ahí sigue.
Tenemos un riesgo real, porque la amenaza es clara, pero no somos más fuertes que antes y no hemos tomado medidas serias para tratar de prevenir o disminuir el riesgo. No hay ningún plan contra otro 11-M. A algunas personas del PSOE les interesa resucitar el 11-M para volver a ganar unas elecciones bajo el miedo o la ira. O para reavivar la tensión y que se olviden otras cosas, como el resurgir de ETA y Batasuna, tras el fracaso del mal llamado 'proceso de paz'. Tapar algunas cosas que se están haciendo mal con otras que son indemostrables. Y otros, del PP, siguen manteniendo, contra toda evidencia, que todo lo hicieron bien. No han sabido pedir disculpas por su error. Pero sea como sea, el humo de la mentira de unos y de otros me harta. La utilización electoral y política de un fracaso de todos como es el 11-M es una desvergüenza. Yo, al menos, estoy harto de que nuestros políticos, de uno y otro bando, de todos los bandos, no dejen en paz la historia y miren al presente y al futuro. Absolutamente harto de los que utilizan la política en su beneficio y contra la verdad y el sentido común.
Francisco Muro de Iscar