Actualizado 29/12/2007 01:00

José Cavero.- Un año feliz de Zapatero

MADRID 29 Dic. (OTR/PRESS) -

Termina el año, los políticos se han ido, masivamente, de vacaciones, e incluso empiezan a remitir los mensajes electorales, por causa de fin de año. Se mantiene la controversia suscitada por el anuncio de que Rajoy, si llegara a ser jefe del Gobierno, sólo se mantendría ocho años en el cargo, algo que en el PP quisieran que se transformara en norma legal prescriptiva para el presidente, o acaso para los altos cargos en general. Manuel Fraga ha sido un modelo de permanencia en cargos, como lo está siendo Manuel Chaves. Hay alcaldes que permanecen en su cargo desde antes de que se promulgaran os ayuntamientos democráticos y se procediera a elegir el Consistorio. Como hay parlamentarios que han permanecido más de veinte años en su escaño del congreso o del Senado. Pero es probable que en los últimos años haya prosperado esa idea de que ocho años son suficientes para plasmar las ideas con las que uno llega a un alto cargo, y que más allá de ese tiempo en una misma ocupación, es posible que se instituya unos ciertos hábitos escasamente recomendables: el cargo se convierte en propiedad y cuantos le rodean ejercen, a su vez, una cierta apropiación. La Operación Guateque que ahora mismo se investiga en dos concejalías del ayuntamiento de Madrid es una buena demostración de cómo una trama de funcionarios corruptos pueden asentarse en instituciones al margen de sus responsables directos y durante décadas...

En este tiempo de renovar calendarios, los políticos se han preocupado de proporcionar a los medios informativos sus correspondientes resúmenes y balance de méritos propios y deméritos ajenos. Zapatero lo hizo al mediodía de este viernes, tras haberse reunido el último consejo de ministros, y no dudó en apuntarse algunas actuaciones conflictivas, como han sido la Reforma educativa, o la ley de matrimonio entre homosexuales, pero también otros logros económicos no menos relevantes: Una renta per capita superior a la de Italia, la reducción del paro al 8 por 100, los más de 20 millones de españoles de ocupados... Y luego, las grandes leyes nuevas que Zapatero quiere apuntarse en su haber, por encima de cualquier otra gestión: las ayudas a los dependientes, la ley de igualdad y la legislación integral contra la violencia de género. No menos problemática ha sido, a lo largo de toda la legislatura, la actuación antiterroristra, no porque haya decrecido la actividad de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, sino por el intento del gobierno de lograr un final dialogado con la banda ETA, propósito en el que "los más duros" de la banda lograron imponerse, una vez más, y rompieron todo diálogo posible. Sin duda, la resistencia de la Oposición a admitir ese diálogo caracterizó en buena medida una legislatura áspera, "a cara de perro" entre Zapatero y Rajoy. Por lo demás, Zapatero no ha evitado recordarnos su primera decisión, la retirada de tropas de Irak, junto con algunas otras decisiones también dignas de evocación: los 2.500 euros por hijo nacido, que no habrá más envíos de tropas al extranjero sin autorización del parlamento...

Falta ahora el contrabalance del opositor Rajoy, que pondrá sombras a estas luces.

JOSÉ CAVERO

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