MADRID 4 Oct. (OTR/PRESS) -
Los países que invierten en educación, en investigación, en cultura, no solo están ganando el presente si no que están ganando el futuro. Por eso resulta desolador que en nuestro país el Gobierno haya convertido en "Cenicientas" precisamente a la educación, la investigación y la cultura.
Las palabras del presidente de la Federación del Gremio de Editores, Javier Cortés, en la inauguración del LIBER de este año, son una llamada de atención: la supervivencia creativa y cultural de nuestro país está en peligro.
LIBER es una de las ferias del libro más importantes del mundo donde se encuentran editores, distribuidores y profesionales del mundo de la edición, y si algo parece claro es que en España la crisis está afectando a la industria del libro. Sí, una industria importante porque España es la cuarta industria editorial del mundo. Les diré de qué se quejan quienes tienen que ver con esta industria: la subida del IVA y de la falta de protección de la propiedad intelectual.
Subir el IVA no solo esta suponiendo un handicap para la industria del libro sino que esta hiriendo de muerte a la cultura en general. Saben, me pregunto si el Gobierno no estará haciendo pagar a la industria cinematográfica que en el pasado reciente apoyara al PSOE en contra de las ansias guerreras de José María Aznar cuando éste se empeñó en implicar a España en la guerra de Iraq. Y es que todas las decisiones que viene adoptando el Gobierno sobre el cine suponen duros golpes para su supervivencia.
En lo que se refiere a la industria editorial su supervivencia depende, entre otras cosas, no solo de que el Gobierno no grave el IVA en los libros digitales si no que también se tome en serio de una vez por todas la protección de la propiedad intelectual. La piratería está provocando pérdidas importantes para la industria del libro. Verán yo creo que además de ser necesaria una ley que de verdad garantice la protección de la propiedad intelectual hace falta un programa de educación desde la guardería hasta la Universidad. Es decir hace falta educar, enseñar a los niños que bajarse de la RED cualquier contenido cultural, sea un disco, un libro o una película, está lisa y llanamente robando. Y por favor que no me digan que hay piratas porque los libros son caros, porque no lo son. El video juego más barato siempre es más caro que cualquier libro. Y que tampoco me digan que quienes piratean lo hacen porque de otra manera no tendrían acceso a los libros porque nuestro país cuenta con una red de bibliotecas públicas realmente extraordinaria donde se dispone de todos los títulos, incluidos los últimos en publicarse.
A veces cuando se habla de la industria del libro parece que se habla de un ente abstracto. Pero detrás de un libro hay, en primer lugar, un escritor, pero también un linotipista, y un editor, y un almacenista, y un publicista, y un administrativo, y ..... sí, y tantas y tantas personas cuyo futuro profesional se está poniendo en peligro.
Y es que ya digo que a la crisis económica que todos padecemos se une, en el caso de los libros, la crisis que provocan los piratas. Y poner punto final a la piratería es responsabilidad del Gobierno. Pero también lo es fomentar las condiciones para que el cine, el teatro, la música, en definitiva cualquier manifestación cultural pueda desarrollarse libremente, sin trabas.
Desde LIBER se ha lanzado un grito de angustia, una llamada de atención que habrá que esperar que se haya escuchado en los despachos gubernamentales. O el Gobierno apuesta por la educación, la investigación y la cultura o estará hipotecando el futuro de nuestro país y eso sí que es imperdonable.