Actualizado 05/12/2007 01:00

Julia Navarro.- Escaño cero.- El papel de las víctimas

MADRID 5 Dic. (OTR/PRESS) -

Las victimas de ETA se han hecho visibles después de años y años en que ellos sentían que la sociedad les daba la espalda. Algo ha cambiado porque ahora los ciudadanos les sentimos más cerca, y somos más conscientes de su dolor y nos ponemos en su piel temblando al pensar el desgarro que puede suponer haber perdido a manos de la banda terrorista a tu marido, a tu padre, un hermano, un hijo, un amigo. Nadie cuestiona la visibilidad de las víctimas porque es de justicia, y esta sociedad tiene una deuda con ellas para siempre. Por tanto, tampoco se puede cuestionar que esa visibilidad suponga que se hagan oír, que se tenga en cuenta lo que piden.

Dicho esto, sin embargo, sorprende la actitud del presidente de la AVT, el señor Alcaraz, que en mi opinión está haciendo política a cuenta de la asociación que preside. Política en contra del gobierno y en contra de todos aquellos que no asumen sus tesis sin rechistar. Porque una cosa es discrepar de la política antiterrorista del gobierno y otra muy distinta lo que viene haciendo la AVT. Que gentes de esta asociación acudieran a insultar a dirigentes socialistas durante los actos oficiales convocados para manifestarse en contra del reciente atentado, debería de hacer reaccionar al grueso del colectivo de las víctimas, que son gente pacífica, precisamente cuyas vidas se han visto azotadas por la violencia.

Produce un cierto escalofrío el odio, el profundo odio exhibido por algunas personas que se declararon víctimas, y que asistieron a reventar las concentraciones convocadas y que cegadas por la furia insultaron a un concejal socialista, Pedro Zerolo, llamándole "maricón". En mi opinión, es un error la posición que viene manteniendo la AVT, como negarse a acudir a la concentración unitaria en la que participan todos los partidos. Es una pena que la animadversión enfermiza de algunos dirigentes de la AVT contra el Gobierno les lleve a romper esa imagen d enuidad que hay en la sociedad española contra ETA. A una concentración no se va poniendo condiciones nada menos de cómo debe de abordarse la política antiterrorista que evidentemente corresponde al Gobierno.

Es verdad que el Gobierno, y personalmente Zapatero, han cometido errores de bulto en la política antiterrorista, es verdad que la firmeza de hoy se contrapone a la blandura de hace meses cuando estaba de por medio la negociación, es verdad que Zapatero dio por cazado el oso antes de tiempo, y que la Justicia no ha quedado bien parada porque ayer parecía dejarse instrumentalizar desde la política y parecía relajarse a la hora de plantar cara a ETA, y en contraste ahora parece en ebullición en contra de la banda. Es verdad que hay algo de impostura en la actitud de algunos políticos, pongamos el propio presidente, cuando ahora aparece blandiendo el dedo justiciero contra ETA. Pero por grandes que sean las discrepancias con el Gobierno, por más que se le puedan reprochar sus errores, nada justifica la descalificación ni el insulto. Llamar "asesino" a Zapatero como le han gritado algunos exhalados, es sencillamente inadmisible. Dan miedo, sí, miedo, esos exaltados que dicen manifestarse en contra de la violencia porque en ellos hay una enorme carga de violencia.

El presidente de la AVT, el señor Alcaraz, debería de rectificar su política visceral que no solo divide a las víctimas sino que crea estupor y rechazo en buena parte de la opinión pública. Las víctimas tienen derecho a que se las escuche, a que se tenga en cuenta su opinión sobre todo lo que se refiere a ETA, a recibir el respeto y la solidaridad, también el afecto de la sociedad pero nada justifica que en su nombre haya quienes se comporten de manera exaltada. Y soy suave utilizando solo el término de "exaltados". Y por cierto haría bien el PP de desmarcarse, por más que le cueste, de las actitudes de los exaltados sean éstos quienes sean.

Julia Navarro.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Antonio Casado

La sentencia

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

De escándalo en escándalo hasta la traca final

Foto del autor

Rafael Torres

Kafka al fondo

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sexo en el Congreso de los Diputados