Lorenzo Bernaldo de Quirós.- El agujero exterior se desborda

MADRID 17 Jun. (OTR/PRESS) -

El déficit exterior de la economía española se situó al terminar el primer trimestre de 2007 en el 10 por 100 del PIB, el más alto del mundo desarrollado. España gasta más de lo que produce por lo que tiene que pedir prestado al exterior y vende menos de lo que compra al extranjero. Esos dos desequilibrios reflejan dos problemas subyacentes: primero, este país vive por encima de sus posibilidades y por ello se ve obligado a endeudarse fuera para pagar su gasto interno; segundo, los bienes y servicios españoles han perdido competitividad, esto es, resultan más caros que los producidos por otros países. Esto, como diría un castizo, no tiene buena cara y va a pasar factura.

¿Por qué nuestras exportaciones no tiran lo suficiente? Como los precios y salarios españoles crecen por en encima de los de nuestros competidores, los consumidores de otros países prefieren importar los procedentes de otros países, son más baratos. Al mismo tiempo, buena parte del tejido empresarial español está especializado en producir bienes que ya no tienen ventaja comparativa, esto es, que se fabrican a menor costo en otros lugares del mundo. En otras palabras, la globalización y la competencia procedente de otras economías, como las asiáticas etc., hacen mucho daño a los tradicionales sectores exportadores.

Por último, el déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente refleja la ausencia de ahorro interno para financiar el gasto y la inversión domésticas. Su corrección sólo será posible si se produce un aumento espectacular de los ingresos procedentes de las exportaciones y del turismo, lo que no es posible, o una caída del consumo de los hogares y de la inversión empresarial. Antes o después, esta será la única vía de corregir el agujero exterior. Entre tanto, las familias y las empresas siguen endeudándose para mantener un patrón de gasto que es insostenible.

Lorenzo Bernaldo de Quirós