Actualizado 18/05/2007 02:00

Lorenzo Bernaldo de Quirós.- Malas maneras

MADRID 18 May. (OTR/PRESS) -

Miguel Sebastián debe estar desesperado. Acosado por las tropelías cometidas por él y sus amigos que pueden desbordar las responsabilidades políticas para incurrir en otras de más desagradable calado y aterrorizado ante su inminente debacle en Madrid, recurrió a argumentos de índole personal para atacar a Gallardón en el debate celebrado en TVE. La vida privada de los políticos es asunto suyo, siempre y cuando no interfiera su acción pública. Esta ha sido una regla no escrita pero acatada en España desde la instauración de la democracia. El miércoles, el candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid rompió ese juego limpio e intentó descalificar al alcalde por sus hipotéticos amoríos con una señora. Sin duda, los programas de la telebasura rosa se han convertido en la guía de campaña del ex asesor económico de Zetapé. Pronto le veremos en el "tomate" desvelando los secretos de alcoba del Sr. Gallardón.

Sebastián es de una imprudencia temeraria. Sus flancos políticos hacen más agua que el Titanic antes de hundirse y además carece de autoridad moral para juzgar la conducta privada de nadie. El debería saber lo desagradable que puede llegar a ser el que la vida sentimental de una persona se transforme en un elemento del debate público. Cuando se entra en esa dinámica, todo es posible e indudablemente cualquier desalmado u oportunista puede airear las prácticas o hábitos sexuales de cualquier individuo. En este contexto, el debate de ideas, de conceptos, de programas, la base de una discusión política limpia y constructiva da paso a una tertulia de Dolce Vita o a comentarios en las páginas porno de Internet. ¿Le gustaría al Sr. Sebastián ver aireados sus amores? Me imagino que no.

El candidato socialista a la alcaldía de Madrid es un cadáver andante. De ahí se deriva su peligro, su capacidad de recurrir a todo para sobrevivir. El "caso CNMV" ha puesto de relieve el obsceno abuso que hizo de su poder en sus años monclovitas y también la camarilla, la red de influencias que infiltró en las instituciones del Estado. Si a esta situación, se une su probable hundimiento electoral en Madrid, la carrera política de Sebastián está en estado "zombie". En cualquier caso, el temple de los hombres se ve en los momentos difíciles y la histeria loca de Sebastián chocó de manera frontal, la otra noche, con la templanza serena de Gallardón.

Lorenzo Bernaldo de Quirós.

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