Mabel Redondo.- Entre Bambalinas.- Carmen Lomana tiene tintes almodovarianos

MADRID 12 Sep. (OTR/PRESS) -

"La noche blanca de la moda" gozó de muy buena acogida en Madrid que por primera vez y siguiendo la iniciativa de Estados Unidos, las tiendas más selectas de la capital se engalanaron para celebrar hasta las doce de la noche la "Fashions night out".

Adolfo Domínguez, Chanel, Dior, Dolce Gabbana, Gucci, Armani, Missoni, Suarez, Cartier, Louis Vuitton, David Delfín, Hannibal Laguna y otras muchas firmas del más alto nivel se prepararon a conciencia para recibir a las numerosísimas caras conocidas que optaron por una velada de compras, aparte claro está, de los anónimos pero adinerados clientes habituales que no reparan en gastos a la hora de renovar su fondo de armario. Los curiosos y seguidores de la moda también contribuyeron en el colapso de las calles de la Milla de Oro de Madrid que parecía un hervidero, especialmente la calle Ortega y Gasset donde la Revista Vogue instaló una enorme carpa que acogía a un buen número de vips y famosos que disfrutaron de lo lindo mientras saboreaban una copita de champagne.

Los rostros más habituales del papel couché se dejaron ver por sus tiendas favoritas de las que ellos son clientes habituales, ese fue el caso de Marta Sánchez en Dolce Gabbana, Carla Royo Villanova en Josep Font, o el propio Felipe Gónzalez que no dejó de pasar por la tienda de su buena amiga Elena Benarroch a quien felicitó personalmente por su treinta aniversario como tendera.

Loles León y Mariola Fuentes formaron tandem para visitar entre otras muchas Missoni, a su salida coincidieron con Pedro Almodóvar y allí fuimos testigos del reencuentro del director con sus actrices. Minutos más tarde llegaría Paz Vega.

Loles, como siempre divertida y con nuevo look, luce ahora un pelo corto que le da un aire más juvenil y renovador: "nena los tacones me están matando", me repetía la actríz mientras se acomodaba en uno de los enormes sofás que la Benarroch tiene en su tienda.

La malagueña Mariola Fuentes estrenará muy pronto "Nacidas para sufrir", esa obra maestra de Miguel Albaladejo que todavía no hemos visto pero de la que tanto y tan bien hemos oído hablar. Impaciente estoy de verla porque cuenta una historia preciosa y llena de ternura.

Entre tanta moda, tendencia, glamour y punto fashion no podía faltar Carmen Lomana, la millonaria a la que la fama la acompaña desde hace un tiempo y cuyo fenómeno no lo entiende ni ella: "yo no soy conocida por mi profesión y tampoco he dado ningún escándalo, la verdad es que mi fama es objeto de estudio sociológico" asegura sin pudor y con un enorme sentido del humor. "Lo que me molesta es que gente que no me conoce de nada haga comentarios desagradables sobre mi persona y saque juicios de valor. Este país es muy absurdo porque asocian la moda y lo fashion con que eres encefalograma plano y eso no es así, algunas de las tonterías que digo las tengo controladas pero otras no".

Es justo que a Lomana se la reconozca su mérito, parece que anda de puntillas por las fiestas pero no es así, con los años ha conseguido ser objeto de photocall e incluso ha creado la "corriente lomanista" (todos aquellos que no se sabe bien por que, se sienten fascinados por ella, en este grupo se incluyen "periodistas anti frikis"; porque frikis incluso en mi gremio haberlos hailos).

Cuando le pregunto por su rivalidad con Nati Abascal, (la andaluza lucha por seguir siendo el único referente del glamour en nuestro país), ella responde con ciertos tintes de ironía: "Me parece una mujer estupenda, de hecho, si me la encontrase la saludaría sin problema, yo soy muy educada. Nati y yo nos conocemos desde hace muchos años y no me hagas hablar, que siga su camino. Hemos compartido cosas", ¿algún novio tal vez? Le pregunto yo; "no vayas por ahí", remata Lomana. No me digan que esta mujer no tiene un punto de película de Almodóvar, eso sí de lo más fashion victim.

Paco Arango, a quien le teníamos la pista perdida, me contó que continúa como Presidente de la Fundación Aladina cuya misión es ayudar a los niños enfermos de cáncer. Cada tarde acude al hospital Niño Jesús para mantener un contacto cercano y directo con los pequeños. El empresario se estrenará como guionista y productor cinematográfico con un largo en el que se cuenta la historia real de un joven que padece la enfermedad. "La música sigue ahí, aparcada", me cuenta Arango, y "de novias nada de nada, tengo ganas de enamorarme, busco pero no encuentro, me toca seguir esperando". Paciencia querido Paco, igual es que no tienes tantas ganas, le respondo yo.