Pedro Calvo Hernando.- ((Sustituye a la anterior por actualización de la información))

MADRID 10 Ene. (OTR/PRESS) -

Cambian las expectativas

Ha ocurrido lo que yo me imaginaba desde el primer momento, pero que la brutalidad de las consecuencias del atentado no autorizaba a dar crédito inmediato a la hipótesis. Según el comunicado de ETA de este martes, resulta que su intención no era causar víctimas y lo justifican afirmando que por eso avisaron de la bomba con mucho tiempo de antelación. Todo eso no les exime en absoluto de responsabilidad sobre lo ocurrido en Barajas, pero contiene el elemento muy positivo de que puede significar que no piensan seguir produciendo atentados mortales. No les exime de responsabilidad porque las únicas bombas que con toda seguridad no causan efectos mortales y catastróficos son las que no se ponen: eso lo he tenido siempre clarísimo. Sin embargo, el comunicado de ETA sin duda -habría que estar ciego para no verlo- cambia sustancialmente el panorama de expectativas y de análisis políticos que podamos seguir formulando. Ahora se entiende mejor también esa exigencia de Batasuna a ETA, el día anterior, de que mantuviera el alto el fuego porque no hay diálogo con violencia.

El cambio más visible es que a partir del comunicado podemos esperar que no haya muertos provocados por ETA, por ser inimaginable que repitan una acción como la de Barajas, a la vista de la trágica experiencia de producir una catástrofe que dicen que no querían. Pero ni la más mínima concesión por ello a la organización terrorista, de la que -como ha dicho Rubalcaba- no hay que esperar otra cosa sino la deposición absoluta y definitiva de la violencia para siempre. La recomposición del consenso democrático es ahora si cabe más necesaria que nunca, aunque sigan en pie las dudas sobre la voluntad del PP en ese orden, a juzgar por las declaraciones de Rajoy tras su entrevista con Zapatero en la Moncloa. Todos juntos sí pueden conseguir que la fortaleza del Estado democrático pueda conjurar todos los riesgos. Con cálculos políticos y electorales por delante, es imposible llegar a un consenso eficaz y a una política antiterrorista digna de ser aceptada y creída por todos los españoles.

Pedro Calvo Hernando.