MADRID 20 Ene. (OTR/PRESS) -
Lamentablemente, el terrorismo de bomba y tiro en la nuca no es el único que nos aflige, ni el único que no encuentra en la sociedad la determinación o la fórmula para erradicarlo: hay también bandas o bandadas de gente mafiosa y sin escrúpulos que, desde el corazón mismo del sistema y de la vida cotidiana, hieren, matan y despojan de la salud y de sus bienes a los ciudadanos. Los ladrones del suelo, los especuladores inmobiliarios y los políticos corruptos que andan en combinación con ellos no usan, sino, en raras ocasiones, la pistola o la goma-2 para el logro de sus propósitos, sino maletines y rutilantes despachos de ingeniería jurídica, pero el daño que hacen arrojando en brazos de la usura a los que han de endeudarse de por vida para disfrutar de un techo, a los jóvenes que sólo pueden elegir entre la infantilización extrema en casa de los padres y la intemperie, a los pueblos y lugares que se convierten en urbanizaciones con campos y golf erradicadores del agua y de la naturaleza, por ese daño merecerían que se les aplicara también, y con el máximo rigor, la legislación antiterrorista.
Como ellos, los que queman los montes, los que envenenan los ríos, los particulares que por su incontinencia automovilista contribuyen a la brutal contaminación del aire, los ediles que permiten la boina de mierda sobre las ciudades, los que van sembrando la muerte por las carreteras, los que apalizan a sus mujeres y a sus hijos, los que explotan al trabajador con horarios infames y salarios de miseria, los alumnos que golpean a sus profesores y hostigan a los condiscípulos más débiles, los que van desgarrando el sueño de los ancianos y los niños con sus ciclomotores de escape libre, los que usan la política para alimentar el odio entre las personas, toda esa chusma que habita entre nosotros pisando fuerte ejecuta impune el terrorismo cotidiano que miserabiliza la existencia.
Acabar con ETA es imprescindible por muchas y obvias razones, pero una de ellas es la de que sólo cuando concluya ese monotema, podremos tomar conciencia y combatir el resto de terrorismos que nos machacan y que nos quedan.
Rafael Torres.