Publicado 11/03/2021 08:00

Victoria Lafora.- Cerrado por vacaciones

MADRID, 11 Mar. (OTR/PRESS) -

Aunque la decisión final la tomará hoy miércoles el Consejo Interterritorial de Salud, parece definitivo que en el Puente de San José y la Semana Santa cada mochuelo a su olivo. O lo que es lo mismo el cierre perimetral de todas las Comunidades Autónomas, excepto las insulares, volverá a colocar el cartel de cerrado por vacaciones.

La pretensión de "salvar las Navidades" ha tenido un coste tan altísimo en vidas humanas ( esta tercera ola del Covid está siendo especialmente letal y no hay más que comprobar el descenso en los contagios con las cifras de fallecidos) que los experimentos se dejan para mejor ocasión.

La administración de las vacunas va con una lentitud exasperante y esa será, la inmunización, la única garantía que nos permita volver a la vida como era antes. De momento y siguiendo esa pauta científica sólo podrían viajar, con pasaporte Covid, los ancianos de las residencias que son, junto a los sanitarios, los únicos que han recibido las dos dosis de vacunas. No parecen, ambos sectores, los más deseosos de coger carretera y manta.

Por lo tanto, ante el riesgo de que Madrid ( que sigue manteniendo las tasas más altas de contagio junto con Melilla) se convierta en un foco de dispersión del virus, el resto de Comunidades se cierran y obligan a la presidenta Isabel Diaz Ayuso a hacer lo mismo.

Curiosamente desde que se empezó a intuir el rechazo a las puertas abiertas exigido por Ayuso, empiezan a escasear las plazas en alojamientos rurales de la provincia lo que da una idea del ansia de salir de la ciudad de los madrileños.

Es comprensible porque la sociedad está agotada por la pandemia y la necesidad emocional de reunirse con los familiares. Pero, si hay algo en lo que coinciden todos los expertos, es en la falta de eficacia de los confinamientos cortos seguidos de barra libre. Son los responsables del mayor daño económico y de los rebrotes más graves. Por lo tanto, si ahora lo que se quiere "salvar" es el verano, habrá que hacer un sacrificio más y quedarse en casa los próximos festivos.

Las reiteradas quejas de la presidenta madrileña y su equipo sobre la falta de vacunas empiezan a resultar cansinas cuando se sabe que, a estas alturas, ni siquiera los mayores de ochenta años han sido vacunados en su totalidad con la primera dosis.Entre otras cosas porque los centros de salud están desbordados y recibieron con veinticuatro horas de antelación la orden de vacunar a este colectivo.

Las promesas de que un setenta por ciento de la población estaría inmunizada antes del verano se evaporan. Ya hay quien augura que llegaremos a las próximas navidades sin el ansiado "efecto rebaño" que permitirá decir adiós al virus y emprender la recuperación económica.

Mientras paciencia y paseos por el campo. Eso si, cerca de casa.

Victoria Lafora