MADRID, 20 Ene. (Portaltic) -
Si ya parece increíble que las impresoras 3D consigan reproducir prótesis, piezas de máquinas o, incluso, comida, la simple idea de una casa impresa resulta inverosimil. Sin embargo, la compañía china Winsun ha logrado levantar un edificio de cinco pisos y una mansión de 1.100 metros cuadrados (con sus correspondientes elementos decorativos en el interior y en el exterior) utilizando este tipo de tecnología.
El año pasado, la firma anunció que había construído diez casas en apenas 24 horas gracias a una impresora 3D que utilizaba deshechos industriales (como cristales o tejas) sobre una base de cemento de secado rápido y un fijador especial. Pero ahora ha decidido poner a prueba la eficacia de esa nueva técnica con esta mastodóntica demostración de fuerza.
La impresora 3D capaz de realizar estos edificios es obra de Ma Yihe, que lleva más de diez años desarrollando este tipo de dispositivos. Sus medidas son dignas de un gigante y más propias de una grúa que de una impresora: 6,6 metros de alto, 10 de ancho y 40 de largo. Fabrica las casas en piezas que luego se ensamblan, se aseguran con refuerzos de hierro y se aislan de acuerdo a los estándares vigentes en materia de vivienda.
Este proceso reduce los residuos entre un 30 y un 60 por ciento, los costes entre un 50 y un 80 por ciento y el tiempo de construcción entre un 50 y un 70 por ciento. La mansión, por ejemplo, tiene un coste final de unos 140.000 euros.
WinSun espera que esta novedosa técnica se pueda trasladar en breve a construciones de mayor envergadura como puentes o rascacielos. Todo el que quiera comprobar con sus propios ojos cómo son los edificios impresos sólo tiene que acercarse a la cuiudad china de Suzhou.
