Thomson Go Plus: un buen producto lastrado por su peso

Televisión portátil Thomson Go Plus- EUROPA PRESS

   MADRID, 13 Oct. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Si hablamos de una televisión portátil lo primero que nos viene a la cabeza es una tablet o, incluso, un teléfono móvil, pero hay que reconocer que no es lo mismo consumir contenido audiovisual en una pequeña pantalla que disfrutar de una verdadera tele. Cuando estamos fuera de casa no nos queda más remedio, pero... ¿Hay alternativas para tener esa gran pantalla portátil en formato físico en cualquier habitación de la casa o en el jardín?

   A esta necesidad responde Thomson con su dispositivo Go Plus. Una pantalla de 32 pulgadas con tecnología Android que ofrece todas las funciones de una tableta, pero en una gran pantalla anclada a un soporte móvil. Hemos podido probarla durante unas semanas y os vamos a compartir nuestras impresiones.

   La idea nos seducía al inicio, principalmente porque en verano tener un buen televisor en el jardín del chalet es una buena idea si comes fuera a menudo, por ejemplo. Hay que tener en cuenta que en condiciones de luz directa los proyectores no van a funcionar y el resto de alternativas son muy pequeñas o generan muchos brillos. En este sentido, la experiencia es realmente buena y no nos tenemos que preocupar por los días de lluvia porque en cuanto acabamos de usarla la volvemos a meter en casa.

   Este ha sido el principal atractivo de la Thomson Go Plus, que cuenta con un panel con una resolución de 3.840 x 2.160 píxeles, una tasa de refresco de 60 hercios y un acabado mate que reduce al máximo los reflejos y que permite un buen visionado incluso si nos situamos con mucho ángulo respecto a la pantalla. En definitiva, una pantalla todoterreno que podremos consumir con una calidad muy aceptable tanto en interior como en exterior, y un sonido muy bueno, con sus altavoces traseros.

    La compañía va más allá y quiere que esta pantalla sirva también como pantalla principal a la hora de ver una película en el salón, de ayuda al dirigir una presentación interactiva en la oficina, seguir una receta en la cocina o llevar el aprendizaje al siguiente nivel con sus capacidades de pantalla táctil. Estamos de acuerdo en su faceta polivalente (nos encanta la función de giro de 90 grados que permite colocar la pantalla en vertical, así como su panel táctil) y hemos recreado algunos de esos casos con éxito, pero entendemos más este producto como una 'segunda pantalla' de apoyo, que un dispositivo principal.

   Y eso no es malo, pero tiene su talón de Aquiles... y ese es el peso. Aunque cuente con una base con cinco ruedas bastante práctica para desplazar el dispositivo a lo largo de una misma planta, estamos hablando de unos 20 kilos, lo que provoca que subir las escaleras entre una planta y otra, por ejemplo, pueda resultar complicado para algunos usuarios. 

   Por último, la batería se nos queda algo escasa y la mayoría de las veces en las que hemos usado el producto ha tenido que estar prácticamente siempre conectado por cable a la electricidad. Sus 9.000 miliamperios prometen hasta cuatro horas de uso (y una carga completa en tres horas), pero en nuestra experiencia, quizás por el calor de los días de verano, ese tiempo de uso sin estar conectado era inferior y empeoraba la experiencia.

   A modo de resumen, podemos concluir que se trata de un producto interesante para un nicho de usuarios muy concreto. De tenerlo en casa durante más tiempo, no cabe duda que acabaríamos dándole uso durante todo el año para diferentes momentos y situaciones. Sin embargo, hay que contar con que no es un producto barato. Sus 999 euros siguen incidiendo en esa idea de 'dispositivo de nicho', pero si quieres una tele diferente para casa o una segunda pantalla polivalente... hará su función con solvencia.