MADRID, 31 Oct. (Portaltic/EP) -
El móvil no tiene ningún efecto nocivo para la salud. Esa es la principal conclusión del
'Informe sobre radiofrecuencias y salud 2007-2008', según el cual no existen pruebas que permitan afirmar que las emisiones procedentes de las estaciones base y de los teléfonos móviles sean perniciosos.
El citado informe, elaborado por el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), fue presentado esta semana por Carmen Acebal, vicerrectora de Investigación y Política Científica de la Universidad Complutense (UCEM), Emilio Muñoz, presidente del CCARS, Antonio Hernández-Rañada, presidente de la Real Sociedad Española de Física, y Patricia Crespo, secretaria del CCARS.
En España, los resultados son contundentes: los estudios experimentales in vitro e in vivo realizados hasta el momento, "no muestran ninguna prueba concluyente de efectos genotóxicos ni carcinogénicos derivados de la exposición a los campos de radiofrecuencia, dentro de los límites de seguridad regulado internacionalmente".
Desde el comienzo del Universo, investigadores como Ampère, Fraday y Maxwell descubrieron leyes que gobiernan el funcionamientos de las interacciones electromagnéticas.
Posteriormente, Einstein con su Teoría de la Relatividad concluyó que la velocidad de las ondas electromagnéticas (velocidad de la luz) es la misma en todos los sistemas de referencia.
El disco duro del ordenador, el video, la banda de las tarjetas de créditos o la televisión, están basados en efectos de los campos eléctricos y magnéticos, aunque no son fruto de la naturaleza, sino del trabajo de investigación del hombre.
Pero, ¿es cierto que utilizar el teléfono móvil puede producir cáncer? o que ¿la existencia de una antena base cerca de un colegio es mala para la salud de los niños?. Cuestiones como éstas han acaparado las páginas de los medios de comunicación en los últimos años.
Aunque según el informe del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud, algunos datos obtenidos dentro del proyecto europeo Reflex que investigó sobre las ondas electromagnéticas mostraron indicios de rotura de ADN tras la exposición de señales con frecuencias de telefonía móvil, los intentos posteriores para conseguir estos mismos resultados no han permitido confirmar el efecto.
Por lo tanto, en general, los análisis in vitro tienen una interpretación compleja y su repercusión nociva no está bien esclarecida.
Por otro lado, "los estudios epidemiológicos muestran que no existen riesgos de que los adultos padezcan tumores por usar el móvil durante un periodo de tiempo inferior a 10 años", afirmó Patricia Crespo, secretaria de CCARS.
Sin embargo, en cuanto a la población infantil no hay estudios concluyentes sobre su exposición a las ondas electromagnéticas, además, subrayó Patricia Crespo, "las personas que padecen hipersensibilidad tampoco tienen que preocuparse, porque los resultados no muestran que exista una relación causal entre la exposición a estas ondas y los síntomas que padecen".
LUGARES SENSIBLES
En España hay un total de 3.818 áreas sensibles, como las guarderías, los centros de educación infantil, centros de salud, hospitales y los parques públicos. Durante 2007, se midieron 149 espacios de este tipo, que se ubican en un entorno aproximado de 100 metros de radio de alguna estación base de telefonía móvil.
El máximo de exposición en España se encuentra en Madrid con 2,320uW/cm2 (vatios por centímetro cuadrado), mientras que el mínimo es de 0,024 uW/cm2 y se sitúa en Melilla. Teniendo en cuenta que el nivel de referencia es 450 uW/cm2, se puede apreciar que el resultado está muy por debajo de los "niveles máximos permitidos", según los expertos.
Emilio Muñoz, presidente del CCARS, abogó por el 'principio de precaución' existente, pero advirtió que "la Comisión Europea tuvo que revisar este principio porque se dio cuenta de que en su visión más extrema no podíamos experimentar".