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MADRID, 9 Abr. (Portaltic) -
La mayoría de los conductores han tenido que cruzarse alguna vez a lo largo de su vida con algún obstáculo en medio de la carretera. En unos años este gran problema acabará desapareciendo y es que Google se ha anticipado a este hecho tan común y ha patentado un sistema que identifica cuando un coche autónomo está en una situación de atasco.
Este sistema detecta los obstáculos, calibra su naturaleza y en el caso de que sea necesario toma las medidas necesarias para sortearlo. Sin duda, este vehículo abre todo un mundo de posibilidades. Además Google ya ha elegido fecha para llevar este coche al mercado: 2020. Los de Mountain View tienen un margen de apenas cinco años para hacer realidad la conducción sin conductor incluyendo además un sistema que permite identificar obstáculos, algo que podría salvar muchas vidas.
Para Google, las situaciones de atasco son aquellas que impiden al coche llegar a su destino sin saltarse algunas de las normas con las que fue programado. Es complicado preparar a los coches autónomos para que sepan reaccionar ante cualquier situación que se puedan encontrar. Aún así los de Mountain View quieren intentarlo.
El centro de asistencia será el encargado de resolver estas situaciones de peligro, según explica la patente. En este sentido si se tiene cualquier problema el vehículo llamaría a este centro y este le facilitaría una solución a través de una persona o un sistema, dependiendo de la gravedad de la situación.
El automóvil enviaría su ubicación. El experto, le sugeriría una nueva ruta o le pediría más información como por ejemplo fotografías o vídeos en directo que le ayuden a comprender mejor el problema. Esta patente también podría ser controlada por un pasajero que se encuentre dentro del coche.
