MADRID, 12 Jun. (EDIZIONES/Portaltic) -
Los usuarios más asiduos de los 'smartphones' tienen un dedo pulgar más grande que el otro como consecuencia de las horas que dedican a tocar y deslizar el dedo por la pantalla táctil, según un estudio de la operadora británica O2.
Para 1 cada 20 personas adultos, la media de dos horas diarias de uso del móvil se puede entender como el particular gimnasio del dedo pulgar, lo que hace que este presente un tamaño ligeramente más grande que el de la otra mano, en algunos incluso supone un incremento del 13%, según recoge el estudio.
Pero los cambios no se limitan al dedo gordo de la mano. Los meñiques también sufren su parte y es que el 8% de los encuestados ha reconocido que acaban una marca en ellos, de la forma en que agarran los móviles, que también lleva a una ligera curvatura en los mismos.
Junto a los cambios físicos, el estudio recoge también las consecuencias psicológicas que plantea el uso excesivo del móvil, como por ejemplo, las vibraciones fantasmas, por las que el usuario cree que el móvil ha vibrado para alertar de un mensaje o llamada, cuando en realidad no ha recibido nada.
El estudio, llevado a cabo por O2 en Reino Unido con dos mil personas, apunta también a problemas de dependencia: el 19% no es capaz de pasa más de un día sin teléfono y el 20% admite que se ha quedado dormido con el móvil en la mano.
