MADRID, 24 Abr. (EDIZIONES/Portaltic) -
Una investigación realizada por la universidad politécnica de Virginia (Estados Unidos) ha determinado que cuanto mayor es la penetración de Facebook en un país, menor es su nivel de corrupción, siendo una herramienta importante en los países con poca o ninguna libertad de prensa, como China y Rusia.
El estudio, publicado en la revista especializada 'Information Economics and Policy', es el primero que establece un vínculo entre las redes sociales y la corrupción. Se comenzó a realizar en el año 2012, inspirado por las protestas de la Primavera Árabe de 2011, que concluyeron en la caída de gobiernos autocráticos en países como Egipto y Túnez, así como otras protestas en la India en contra de la corrupción.
Para su objetivo, los investigadores analizaron más de 150 países, y compararon los niveles de penetración de la red social Facebook entre la población con datos como la libertad de prensa y los niveles de corrupción en cada país, y con otros factores culturales y económicos. Además, llevaron a cabo un test en el que compararon la difusión de noticias en la actualidad frente a los tiempos en que no existía Facebook.
Los responsables del estudio observaron que se producía una "importante correlación negativa entre la penetración de Facebook y la corrupción" en algunos países. Esta relación era más fuerte precisamente en aquellos países en los que no hay libertad de prensa.
Los investigadores resaltaron que las redes sociales se convierten en una suerte de 'quinto poder', "tomando una función complementaria a la libertad de prensa en la denuncia de la corrupción", según el estudio. "El papel de las redes sociales e Internet en proporcionar información imparcial y noticias independientes en varios países como China, Rusia y Malasia ha sido ampliamente reconocido por los académicos", según Sudipta Sarangi, uno de los autores de la investigación.
La investigación, a la vez que resalta lo económicas y rápidas que son las redes sociales e Internet para organizar protestas contra la corrupción, advierte también que existe la posibilidad de que estas sean también controladas. Además, no tiene en cuenta problemas endémicos de las redes sociales como la difusión de noticias falsas que llegó a su punto álgido en la campaña electoral de Estados Unidos.