'Dynasty Warriors: Strikeforce': tres reinos y muchos palos

Dynasty Warriors Strikeforce
KOEI
Actualizado: sábado, 10 abril 2010 12:58

MADRID, 10 Abr. (Juan Carlos González/Portaltic) -

Con más de 10 títulos a sus espaldas, la franquicia de Koei 'Dinasty Warriors' apuesta por repetir la fórmula que tan bien le funcionó en su día, si bien poco a poco ha ido perdiendo fuelle por la falta de novedades. La entrega 'Strikeforce' sigue la misma senda con los tres reinos, tan de moda actualmente gracias a 'El acantilado rojo', como telón de fondo.

Lo mejor:

- La insercción de elementos RPG para desarrollar a los personajes y evolucionar la ciudad es muy acertada y añade bastante profundidad.

- El modo multijugador junto a la gran cantidad de misiones disponibles garantizan muchas horas de juego.

Lo peor:

- Los efectos de sonidos están muy descuidados y apenas aportan a la acción en combate.

- Algunas misiones tienen una dificultad muy elevada y pueden resultar muy frustrantes.

Los 'Tres Reínos' es uno de los episodios de la historia de China más tratados en diferentes manisfestaciones culturales en lo que se ha denominado el 'Romance de los Tres Reínos', una epopeya que mezcla hechos históricos con elementos de fantasía como criaturas mitológicas.

Este marco ha servido, sin ir más lejos, a John Woo para elaborar la superproducción más ambiciosa de la historia de China: 'El acantilado rojo'. Esta fusión entre hechos reales y folclore también sirve de punto de inicio para el nuevo capítulo de 'Dinasty Warriores: Strikeforce'.

Muchas sectas y regiones están intentando hacerse con el control del país en una época convulsa llena de guerras. Para evitarlo debemos tomar el control de uno de los tres reinos y elegir un comandante para devolver la paz a China.

'Dynasty Warriors: Strikeforce' es un juego del género 'hack and slash' en tercera persona. Su gran baza es la combinación con elementos de los RPG para personalizar a los guerreros con armas y habilidades. Una característica que en su día fue pionera a la hora de evolucionar este formato y que hasta la fecha ha funcionado bastante bien.

Cada reino nos introduce en una campaña diferente con misiones únicas. Partimos de nuestra base donde podemos elegir qué misiones queremos realizar así como comprar nuevos objetos y habilidades. En este punto encontramos casi toda la base rolera del juego ya que muchos de los servicios que encontramos son similares a los RPG.

Todas las misiones -tanto las principales para avanzar la historia y las secundarias- comparten muchas similitudes. En todas ellas tenemos que cumplir un objetivo principal y luego uno secundario para obtener una mejor bonificación. Una vez conocida esta información saltamos al campo de batalla donde nos encontramos escenarios algo reducidos de tamaño con hordas de enemigos que impiden nuestro paso.

La mecánica de la acción es quizá demasiado sencilla. Partimos de dos tipos de ataque y a partir de ahí las combinaciones son muy limitadas y muchas veces depende más de nuestra habilidad para -por ejemplo- mantener al enemigo en el aire para que la cadena sea más larga. También podemos transformarnos durante un breve periodo de tiempo donde podemos infringir más daño pero más allá de eso no añade profundidad.

No obstante esta sencillez se olvida un poco con la gran cantidad de armas y habilidades a nuestra disposición que añaden algo más de profundidad a las mecánicas pero casi siempre terminamos repitiendo los mismos golpes y combos

Cuantos más rivales abatimos, más experiencia conseguimos para subir de nivel y mejorar nuestros atributos. Además eventualmente, éstos sueltan botines en forma de material que podemos usar en nuestra base para crear y mejorar objetos.

NUNCA LUCHES SOLO.

Lanzarse solo contra el enemigo es un suicidio. A lo largo del modo campaña desbloqueamos generales que, controlados por la CPU, nos acompañan en el campo de batalla. Un respiro, especialmente en las misiones más complicadas. Al igual que nosotros estos personajes suben de nivel y aunque no podemos equiparlos con nuevas armas y objetos son de gran ayuda.

Esta nueva entrega de 'Dynasty Warriors' viene con la promesa de nuevos jefes enormes e impresionantes pero a la hora de jugar el resultado es decepcionante. Sí es cierto que cumplen con el tamaño sobredimensionado los combates no son ni de lejos tan espectaculares e intensos como otros juegos del género que apuestan por este tipo de enemigos, como el reciente 'God of War III'.

Según avanzamos en las diferentes misiones la curva de dificultad tiende a ser demasiado empinada. De hecho repetir una y otra vez las fases superadas es algo obligado si queremos progresar. No tanto para conseguir objetos si no para subir de nivel. Esta experiencia a veces roza el tedio por la similitud de desarrollo entre ellas y que a veces la dificultad puede llegar a ser frustrante.

Para paliar estas últimas sensaciones el juego nos ofrece la posibilidad de superar misiones en el modo multijugador online con nuestros amigos. De este modo además de ser más divertido la exigente curva de dificultad aminora porque a veces la ayuda de los compañeros controlados por la consola es nula.

APARTADO TÉCNICO.

Los gráficos en 'Dynasty Warriors' siempre han estado a un nivel aceptable en función de la plataforma que ha acogido sus juegos y esta entrega no es una excepción. Personajes bien diseñados y detallados además de variopintos, al contrario que los escenarios que tienden a ser similares entre ellos y algunos elementos sólo varía el color, al igual que muchos enemigos.

La banda sonora del juego es una curiosa combinación de temas de música china tradicional con música más "cañera" y actual para los combates. Si bien es cierto que cada estilo cumple bien con su función -el primero para crear ambiente y el segundo añadiendo tensión-, el resultado es un poco chocante.

Por otra parte, los efectos de sonido son bastante flojos, con pasos que suenan igual aunque cambiemos de superficie o golpes enlatados. Su mejor virtud es que pasan desapercibidos -a excepción de las pisadas- y no estropean mucho nuestra experiencia cuando jugamos.

CONCLUSIÓN.

'Dynasty Warriors: Strikeforce' es una alternativa menos conocida a otros muchos 'hack and slash' más populares y que copan las estanterías de las tiendas. Su desarrollo peca de monótono pese a que el planteamiento de combinar RPG y acción es bueno. A pesar esto es un título que merece una oportunidad para quienes no conozcan la franquicia y quieran descubrir sus secretos orientales. Además, no abundan los juegos de golpes en línea.

NOTAS

Gráfico: Buen acabado final pero que abusa de la repetición de elementos con otro color para crear escenarios y enemigos. 7.5

Sonido: La banda sonora salva a unos discretos pero pobres efectos de sonido. 5

Diversión: Al principio es bastante divertido. Si no nos importa repetir muchas veces la misma misión al final termina enganchando. En multijugador gana bastante. 7.

TOTAL: Su fórmula ya está bastante desgastada y se nota. Pese a resultar monótono, tiene momentos de lucidez y resulta entretenido. 6,7.

'Dynasty Warriors: Strikeforce' ya está a la venta para Playstation 3 y Xbox 360 a un precio de 59.95 euros y para PSP a un precio de 39.95 euros con una calificación para mayores de 12 años, según el código PEGI.