MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 51% de los consumidores españoles pasa en la actualidad más tiempo en casa ante la situación de crisis económica, cuando en 2009 sólo un 41% apostaba por esta opción, según el informe 'Cambios de los hábitos de consumo en periodo de crisis' difundido hoy por GfK.
Por contra, el estudio sostiene que el consumidor "empieza a cansarse de este método de ahorro", ya que si en 2009 el 71% pensaba que quedarse en el hogar "podría ser tan divertido como salir fuera, en 2010 sólo el 47% mantiene este pensamiento.
Asimismo, el 63% de los consumidores presta ahora mayor atención a la relación calidad-precio, frente a un 58% que lo hacía en 2009, mientras que el 47% de los españoles sostiene que diversifica los establecimientos de compra para obtener mejores precios, frente al 40% que reconocía este hábito el pasado año.
Por su parte, el sector de gran consumo mantiene una tendencia alcista y registra un mejora de los datos durante todo el segundo trimestre, aunque los apartados contemplados en esta categoría permanecen en valores negativos, a excepción de la alimentación.
En cuanto a las perspectivas de comportamiento en el futuro, sólo el 41% continuará pasando más tiempo en casa y un 42% seguirá diversificando los establecimientos de compras.
SE MANTENDRÁN LAS VENTAS DE MARCA BLANCA.
En la otra cara de la moneda, el consumidor mantendrá los hábitos de compra actuales ante la adquisición de marcas del distribuidor, más conocidas como marcas blancas.
Los españoles señalan que seguirán comprando directamente a las cadenas de distribución, pasando por alto a las marcas del fabricante en productos lácteos, de limpieza, higiene personal, zumos, pan de molde, picoteo, alimentos envasados, comida preparada y café.
Sólo en la categoría de maquillaje hay una proporción mayor de consumidoras que ahora compran menos que antes, productos de distribución.
Otro de los hábitos de consumo destacados por el estudio hace alusión a la diferencia de hábitos entre las distintas clases socioeconómica, en donde destaca que los patrones de consume de la clase media se acercan a los de la clase alta en apartados como alimentación, electrodomésticos, tabaco o cosmética.
