Amigos de la Tierra pide al Gobierno que apueste por la agricultura ecológica y de calidad y rechace los transgénicos

Actualizado: martes, 7 febrero 2012 15:57

MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

La organización Amigos de la Tierra pide al Gobierno que apueste por la agricultura ecológica y de calidad y que rechace los cultivos transgénicos, como ocurre en el resto de Europa.

Así, señala que, precisamente, la agricultura ecológica "eclipsa" los cultivos transgénicos en Europa, debido al "rechazo generalizado", lo que ha limitado la superficie cultivada de organismos modificados genéticamente al 0,1 por ciento de la superficie cultivable total, mientras que la agricultura ecológica llegó hasta el 3,7 por ciento en 2011. Las cifras coinciden con el anuncio de la industria biotecnológica que ha decidido retirarse de algunas regiones europeas.

En este sentido, la responsable del área de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra, Blanca G. Ruibal, ha subrayado que el Gobierno español debe "tomar nota de la situación de los transgénicos en Europa", escuchar a los ciudadanos y prohibir su cultivo en España.

A su juicio, los transgénicos "no tienen lugar en el futuro de la agricultura europea" y únicamente en España se cultiva a gran escala, en vez de apostar por la agricultura ecológica y de calidad.

El pasado mes de enero, el gigante químico BASF anunció que renunciaba a desarrollar y a comercializar organismos modificados genéticamente debido a la "falta de aceptación de esta tecnología en muchas partes de Europa por parte de la mayoría de las personas consumidoras, agricultores y políticos". También la empresa Monsanto anunció que no venderá su maíz transgénico MON810 en Francia a partir de 2012.

En este contexto, Ruibal insiste en que la resistencia a los transgénicos no es exclusiva de Europa, ya que "en todo el mundo la ciudadanía se opone" al poder de las empresas biotecnológicas y al control que tratan de imponer en la cadena alimentaria debido a los "graves impactos ambientales y socioeconómicos" que están "más que demostrados", al tiempo que existen "serias dudas" sobre sus efectos sobre la salud.