MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
¿Se imaginan al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y a sus 17 ministros deliberando sobre los asuntos de Estado en medio de las llamas incontroladas de un incendio como los sufridos este verano en gran parte de España? ¿Pueden fantasear con la idea de estos responsables políticos ataviados con traje de chaqueta sobre el futuro del país, a más de 46 grados en un paisaje cuasi desierto en el centro de Castilla?
Estos serían los equivalentes en España de la acción que llevará a cabo el Gobierno de Maldivas, cuyos miembros celebrarán hoy una reunión ejecutiva bajo el mar para denunciar la inacción mundial contra el cambio climático. Al menos, así lo imaginó la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, al ser preguntada por la posibilidad de que el Ejecutivo español llevara a cabo una acción similar.
En declaraciones a Europa Press, Ribera señaló que la escenificación de un Consejo de Ministros en un contexto de cambio climático no controlado en España podría celebrarse "a 46 grados centígrados, en un paisaje cuasi-desierto o ardiendo en el centro de Castilla", al considerar que ese sería el efecto "más dramático para España".
"Los ministros españoles, en ese caso (el de Maldivas), primero tendrían que, probablemente, superar un curso de buceo", bromeó la secretaria de Estado que considera que el "componente de alarma" de imagen equivalente es "la desertificación, el agua, los incendios y la presión migratoria procedente de África muriéndose de hambre y yendo hacia Europa".
No obstante, reconoció que su propuesta escenográfica para una hipotética reunión del Ejecutivo con el mismo fin que Maldivas sería "algo arriesgada", pero similar al ejemplo del Pacífico donde, a su juicio, el riesgo más cercano para los atolones es su desaparición.
