MELILLA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
Guelaya-Ecologistas en Acción anunció hoy que denunciará ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga el decreto de la Ciudad Autónoma de Melilla por el que se legalizarán las actividades de empresas constructoras en suelo rural.
A través de comunicado de prensa remitido a Europa Press, la asociación realizará un informe para acompañar la denuncia donde aparezcan "los datos de los terrenos 'a recalificar' por la puerta de atrás y otros muchos terrenos rurales donde se están realizando actividades no compatibles con el suelo rural".
Así afirma que "la simbiosis entre el mundo político y el mundo del hormigón es un hecho que Guelaya viene denunciando desde hace años" después de indicar que hemos sido desde siempre una voz discordante con el modelo oficial de hormigón y ladrillo que ha acabado por agravar la actual crisis económica.
En su opinión "en esta ciudad (Melilla) se ha dado rienda suelta a las empresas constructoras y todos los beneficios arribados desde el Estado y Europa han sido absorbidos por estas empresas con un gran coste ambiental y social, con una mínima generación de empleo local".
En el caso de esta denuncia, Guelaya critica que "no sólo se trata de que la Ciudad Autónoma quiera conceder de un plumazo la plusvalía de los terrenos, sino que además las acciones realizadas en esos terrenos en ocasiones son ilegalmente manifiestas como excavaciones ilegales, vertidos de residuos, vertido de chatarra, venta de tierra del propio terreno y modificaciones del terreno mediante relleno de escombros".
En este sentido, indicó que "la legalización de la actividad de estas empresas conllevará la legalización de estas prácticas. Estas graves modificaciones de terreno -prosigue la denuncia- repercute además en el ciclo natural del agua al modificar tanto la geografía como la capa más exterior del terreno, creando problemas de erosión y agravamiento de las riadas como hemos podido comprobar con la inundación de la zona de Huerta Salama en las últimas lluvias. Hay incluso casos donde las constructoras se han apropiado de terrenos de dominio público hidráulico o han utilizado el río como vertedero de sobras de cemento, sin tener respuesta de ningún organismo administrativo".
La asociación ecologista manifestó que "la zona rural de Melilla se ha degradado gravemente en los últimos años, no sólo perdiendo gran cantidad de superficie, sino además albergando gran cantidad de actividades y prácticas impactantes de empresas y ciudadanos. Sólo hay que echar un vistazo para darse cuenta de la gran cantidad de escombros y residuos en todas las zonas que creemos se toleran para posteriormente argumentar la urbanización del terreno".
