Emergencia climática, pérdida de biodiversidad, agua, aire y modelo económico, desafíos del planeta, según Greenpeace

Archivo - Una vaca en la granja Lacturale, a 3 de abril de 2022, en Etxebarri, Navarra, (España). El grupo Sociedad Agraria de Transformación (S.A.T.) Lacturale es un proyecto de ganaderos de Navarra que tiene como objetivo comercializar la leche que pr
Archivo - Una vaca en la granja Lacturale, a 3 de abril de 2022, en Etxebarri, Navarra, (España). El grupo Sociedad Agraria de Transformación (S.A.T.) Lacturale es un proyecto de ganaderos de Navarra que tiene como objetivo comercializar la leche que pr - Iñaki Berasaluce - Europa Press - Archivo
Publicado: viernes, 3 junio 2022 18:43

   MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Emergencia climática, pérdida de biodiversidad, gestión del agua, la movilidad y la contaminación del aire, y el modelo económico "insostenible e injusto" son los grandes desafíos del 'código rojo' al que se enfrenta el planeta, según Greenpeace.

   Con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, la ONG destaca los logros ambientales conseguidos desde la Conferencia de Estocolmo en 1972 así como los grandes desafíos del planeta ya que estos avances no han sido suficientes para evitar la emergencia climática y la crisis de biodiversidad.

   Así, Greenpeace expone que la solución a este "código rojo" pasa por proteger bosques y océanos; por apostar por las energías renovables; poner coto a la agricultura y la ganadería intensivas; desarrollar una movilidad sostenible; en definitiva, avanzar hacia un modelo que ponga a las personas y al planeta en el centro.

   Entre los éxitos de este medio siglo, valora el aumento de la concienciación medioambiental de la sociedad, los tratados internacionales como el Acuerdo de París y el desarrollo de estándares de protección para los ecosistemas y atribuye estos éxitos, en parte a la presión social sobre todo de los jóvenes activistas, las comunidades indígenas y las organizaciones sociales.

   En todo caso, insiste en que es imprescindible repensar el modelo de producción y consumo y ajustarlo a los límites planetarios; poner la vida en el centro y que esté basado en la justicia social.

   En concreto, para paliar la emergencia climática, considera que esta década es clave para frenarla mediante la reducción a la mitad de las emisiones de aquí a 2030 y acelerando la transición energética hacia las energías renovables.

   En cuanto a la crisis de biodiversidad aboga por proteger los bosques, exigir políticas que limiten la acción de las "industrias depredadoras del medio ambiente" y cambiar los hábitos de consumo. Para proteger el océano, reclama la aprobación de un Tratado Global que proteja el 30 por ciento de los mares antes de 2030.

   Respecto al agua exige mejorar la gestión, acabar con el regadío sobre dimensionado, los pozos ilegales, los trasvases innecesarios, urbanismo desmedido, campos de golf en secano, cultivo de alimentos típicos de otros climas. Además, en ese ámbito pide reducir gradualmente la ganadería intensiva; no conceder nuevas autorizaciones para regadíos y fomentar una dieta de salud planetaria que reduzca drásticamente el consumo de carne.

   En definitiva, aboga por una transformación económica, social y política "radical y urgente" que reduzca las necesidades energéticas y del consumo, apueste por un modelos distinto de alimentación y movilidad y abandone definitivamente los combustibles fósiles.

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