VILAGARCÍA DE AROUSA 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
La amenaza de la proliferación de incendios mantiene en alerta a los vecinos de numerosos municipios en la comarca de Arousa-Salnés (Pontevedra), que registraron en los últimos días un elevado número de quejas sobre el estado de abandono que sufren algunas fincas.
Así, son muchos los que se dirigen a los ayuntamientos para que se inste a propietarios, e incluso a los comuneros integrantes de comunidades de montes, a que limpien sus propiedades invadidas por los rastrojos, maleza, matorrales y otros elementos en los que se pueden producir incendios e incluso propagar las llamas que se hayan originado en fincas o montes cercanos.
En la mayoría de los municipios de las comarcas de O Salnés y Umia, las quejas de los vecinos se multiplicaron en los últimos días, y los ayuntamientos instan a los propietarios a que limpien sus fincas para evitar "males mayores", informaron fuentes municipales. Esta situación se vive, por ejemplo, en ayuntamientos como Meis, que sufrió importantes daños por los incendios; Cambados; Vilanova; Vilagarcía y Caldas de Reis.
Los vecinos suelen dirigirse a las oficinas municipales, a la Policía Local o presentando escritos ellos mismos en los ayuntamientos, pidiendo la limpieza de las propiedades o que se inste a sus responsables a hacerlo "de inmediato" ante el riesgo que suponen, sobre todo, en épocas como el verano.
VIGILANCIA
Por su parte, los propios comuneros de distintas comunidades de montes y algunos vecinos, se están encargando de realizar pequeños controles de vigilancia por pistas forestales y zonas que todavía no resultaron afectadas por las llamas.
Uno de estos casos se detecta en municipios como el de Meis dónde, según reconoció hoy su alcalde, José Luis Pérez, en declaraciones a Europa Press, "los vecinos y particulares vigilan las pistas forestales por si detectan algún problema".
La amenaza de los incendios sigue presente en las comunidades de montes de O Salnés que vivieron más de cerca los incendios y que ahora quieren estar preparados ante el riesgo que existe de que se pueda producir otra oleada de incendios en Galicia.