MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
La isla de Lanzarote y el archipiélago de Chinijo se han incorporado este lunes a la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO en la red Mundial de Geoparques en la IV Conferencia Internacional sobre Geoparques de Asia y Pacífico que se ha celebrado en San'in Kaigan (Japón) en la que también se han incorporado otros ocho enclaves.
Los geoparques de esta Red Mundial son territorios ricos en diversidad geológica en los que, por iniciativa de las comunidades que los habitan, se promueve el desarrollo sostenible de las regiones donde están ubicados. En la actualidad cuenta con 120 geoparques en 33 países.
Entre los nueve enclaves incorporados, se ha incluido a Lanzarote y el Archipiélago Chinijo, que abarca toda la isla de Lanzarote y el archipiélago de Chinijo, formado por los islotes de La Graciosa, Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste y Alegranza- y la plataforma de abrasión marina circundante.
La superficie terrestre de este geoparque es de 866 kilómetros cuadrados, pero con la plataforma marina su extensión total se cifra en unos 2.500 kilómetros cuadrados. Los materiales geológicos que forman la isla de Lanzarote y los islotes del Archipiélago Chinijo son casi exclusivamente basálticos.
Entre los valores que ha estimado la UNESCO figura que en la época en que tuvo lugar la erupción del volcán Timanfaya (1730-1736), la asociación de numerosas estructuras volcánicas a lo largo de una fisura de gran longitud de la corteza terrestre originó la creación de uno de los mayores campos de lava del mundo hoy en día existentes.
Además, se han incorporado los geoparques de Dunhuang (China), en los confines occidentales de China, al este de la placa tectónica del Tarim, el Geoparque Mundial de Dunhuang posee un patrimonio geológico de enorme valor científico y un gran interés en el plano educativo y turístico. Abarca el desierto de Gobi así como el sitio de las Grutas de Mogao, inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial.
También en China se ha incluido a las grutas de Zhijindong, en el sur del país, en la zona occidental de la meseta de Guizhu. Este sitio cuenta con tres paisajes geológicos diferentes: las grutas de Zhijindong, el río Qijiehe y el lago de Dongfenghu.
GEOPARQUES EN EL MEDITERRÁNEO
Asimismo, se ha sumado a la red Troodos (Chipre), que engloba el Monte Olimpo, la cumbre más alta de la isla. El renombre de Troodos entre los especialistas en ciencias geológicas se debe a su secuencia estratigráfica completa y a la variedad de sus rocas (plutónicas, intrusivas y volcánicas), así como al excelente estado de conservación de sus depósitos químicos.
Al mismo tiempo, Sitia (Grecia), en el extremo oriental de la isla de Creta, y más precisamente en el municipio de Sitia, este geoparque posee numerosos fósiles de mamíferos del Pleistoceno, penúltimo periodo de la Era Cuaternaria (entre 2,58 millones y 11.700 años atrás).
Otro de los lugares incorporados es Gunung Sewu (Indonesia), que abarca un macizo calcáreo, jalonado por conos cársticos, que se extiende por las provincias de Yogyakarta, Java Central y Java Oriental.
También se ha incorporado a los geoparques Reikianes (Islandia), un sitio que posee un gran número de corrientes y escudos de lava, hileras de cráteres, terrenos geotérmicos, fallas y fisuras de la corteza terrestre. La zona de Krisuvik es célebre por sus cráteres de explosión formados por la interacción del vapor geotérmico con el magma.
En la Italia meridional, se ha incluido a Pollino, un geoparque que supone una de las regiones de mayor interés geológico del sur de este país y de la cuenca del Mediterráneo. Esta región es un sitio clave para comprender las relaciones estructurales entre el arco calabro-peloritano y la cadena de los Apeninos meridionales, porque es el punto de conexión entre el basamento sedimentario de esa cadena y la geología cristalina del arco. La región comprende varios núcleos montañosos situados en el Mar Jónico y el Tirreno, en los que se hallan las cumbres más altas de los Apeninos meridionales.
Por último, se ha sumado a la red el Monte Apoi (Japón), que se yergue a 810 metros de altura en Hokaido, la isla más septentrional del archipiélago japonés, que se caracteriza principalmente por la presencia de peridotitas, rocas magmáticas procedentes del manto terrestre, que son de gran pureza. El sitio, también es una fuente importante de datos geológicos sobre la colisión de placas tectónicas, las masas rocosas formadas por magma enfriado y solidificado y las rocas procedentes de los lejanos mares del sur.
