Sequía.- Un experto advierte de que dos tercios del territorio español están en riesgo de desertificación

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 17:05

Dice que el problema ambiental número 1 en España es el riesgo de desertificación y que nuestro país es el más amenazado en Europa

Aboga por adoptar medidas de prevención y de adaptación a la sequía y por un desarrollo "ambientalmente inteligente"

MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Sociedad Europea de Conservación de Suelos e investigador del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), José Luis Rubio, indicó hoy que España es el país más árido de Europa y que aproximadamente dos tercios del territorio "están bajo riesgo de desertificación". En este sentido, señaló que el problema ambiental "número uno" en este país es el riego de desertificación y comentó que la situación es "seria" en un 40 por ciento del territorio y "extrema" en alrededor del 15 por ciento.

La zona más afectada, según explicó este experto a Europa Press Televisión, es la del rincón del sureste español, aunque según dijo, "casi la totalidad de la fachada mediterránea es una zona conflictiva", así como el valle del Ebro y, en el interior, algunos lugares de Castilla. Añadió, asimismo, que "en diagonal desde Galicia a Almería, se produce un incremento del riesgo de desertificación".

Señaló que es un "poco difícil" concretar cuál es la situación actual en comparación a hace diez años y que este aspecto es una "asignatura pendiente", pues "necesitamos una evaluación rigurosa y actualizada de cuál es el nivel de la situación de procesos de desertificación". Tampoco se atrevió a hacer predicciones de lo que ocurrirá en el futuro, ni en qué plazo de tiempo la situación puede volverse dramática, aunque comentó que hay una tendencia a la "disminución de precipitaciones" y a un medio "más árido, más improductivo y menos estable".

En este sentido, manifestó que no se llegará a visualizar el territorio español "como una zona de dunas y caravanas con dromedarios", pero sí que será un entorno, "sobre todo en las zonas más sensibles", de "zonas muy estériles, con montañas descarnadas, con muy escasa cobertura, con afloramientos generalizados de rocas y a lo mejor con unos valles más fértiles, aunque también con unas zonas litorales donde la urbanización excesiva habrá eliminado el componente vegetal".

Al respecto, indicó que una de las medidas más importantes para abordar la lucha contra la desertificación sería la de "tener una mayor coherencia ambiental con nuestras condiciones naturales, y lo razonable sería aplicar una política inteligente y ambientalmente coherente con las limitaciones del nuestro territorio". En este sentido, añadió que las "urbanizaciones excesivas no son una práctica sostenible y que conlleve a mitigar riesgos de degradación".

Este experto, premio Jaime I de Protección Ambiental en 1996, manifestó que España, "por sus condiciones naturales y por las actuaciones humanas", es el país europeo con mayor riesgo de desertificación, un proceso "progresivo de degradación" y "peligroso" porque "funciona de forma solapada e insidiosa".

Señaló que el problema ambiental número uno en el país es el riesgo de desertificación "y esto es así porque es un problema que afecta no sólo a aspectos ambientales o ecológicos, sino que tiene importantes consideraciones y repercusiones económicos". Así, explicó que los procesos de desertificación afectan a todo el potencial biosférico del área afectada, y que "impactan en la producción agraria, en la forestal, en las reservas hídricas y en la calidad del paisaje, e incrementan los efectos y daños económicos de riadas e inundaciones", además de aumentar el peligro de incendios forestales.

"PAÍS DE SEQUÍAS"

Este investigador señaló que hay que constatar que España "es un país de sequías" y que estos fenómenos se van a producir en el futuro, por lo que "estamos obligados a establecer planes a largo plazo de adaptación y prevención a las consecuencias de sequía y desertificación; nos toca un desarrollo tecnológico, de conocimiento científico para adoptar nuevas formas a un futuro muy probable que será más árido y seco".

Rubio indicó que la sociedad española no es consciente de la gravedad de esta amenaza y que "no percibe el riesgo" y lo visualiza como una amenaza lejana en el espacio y en el tiempo, como "un problema africano o sahariano", cuando es "un riesgo permanente" en este país "y puede incrementarse en el futuro".

Por ello, dijo que habría que adoptar un compromiso personal "más ambientalista y ecologista" y "presionar de una manera sana a nuestras autoridades para que adopten una postura más inteligente y más sensible a las amenazas de nuestro medio ambiente". En este punto, abogó por llevar a cabo actuaciones de aislamiento térmico y de mayor eficiencia energética, de desarrollar una mejor cultura de utilización, y por la eliminación de residuos.

MEDIDAS

Además, añadió, "debemos ser innovadores tecnológica y científicamente" e "incrementar medidas de adaptación a un futuro árido y seco". Estas medidas pasan por la adopción de sistemas "de mejor utilización de toda gota de agua que cae sobre el territorio", "de conservación del suelo y el agua, de restauración forestal, de mantenimiento de implantación de especies adaptadas a nuestras condiciones, de desarrollos con tecnologías medios impactantes, reducción de emisiones y desarrollo de energías alternativas".

Rubio cree que en España "se están haciendo cosas" para luchar contra la desertificación, pero que "no se está respondiendo con la contundencia e intensidad que deberíamos". En este sentido, comentó que "hay una falsa contraposición entre desarrollo económico y medio ambiente" que hay que eliminar, y apostar por "un desarrollo económico ambientalmente inteligente".

Insistió en que las personas deberían tener una conciencia más ambientalista e "implicar una sana presión a las autoridades para la adopción de medidas, que van por la aprobación del Plan Nacional de lucha contra la Desertificación" que, según dijo, es "la carga magna que incluye todas las medidas administrativas, tecnológicas, económicas y de coordinación, y donde se insertan una serie de actuaciones a nivel agrícola, forestal, de residuos, de planificación de los usos del territorio, de lucha contra los incendios forestales...".

Rubio es investigador del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), un centro mixto (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Universitat de València y Generalitat Valenciana) dedicado al estudio y prevención de los procesos de desertificación en ambientes mediterráneos.