FIGUERES (GIRONA), 24 (EUROPA PRESS)
Un total de 260 personas han pasado la noche en el pabellón municipal de Figueres (Gerona) tras ser evacuados de varios campings de la zona por el avance del fuego que desde el domingo azota los pueblos del Empordà.
Desde las 22 horas de este lunes han ido llegando 120 jóvenes alemanes de un camping de Albanyà, 33 familias holandesas, belgas y danesas, entre otras nacionalidades, de Albinyà, diez de un camping de Bassagoda, y otros de un camping de Sant Llorenç de la Muga.
En declaraciones a Europa Press, el teniente de alcalde de Servicio a las Personas de Figueres, Josep Maria Godoy, ha explicado que la noche ha transcurrido tranquila, y que la única incidencia médica ha sido que un niño se ha hecho daño en un pie y ha tenido que ser atendido en el hospital.
Ha asegurado que durante el día mantendrán el dispositivo a la espera de que se decida si los desalojados pueden volver a sus campings, que en principio no han sufrido daños, ya que "todos han manifestado que quieren regresar menos dos familias que han regresado a casa".
El responsable del grupo de adolescentes alemanes, que tienen entre 14 y 17 años, Michel Liebich, ha explicado en declaraciones a Europa Press que los chicos se han tomado el desalojo como una "aventura", que no han pasado miedo porque en todo momento las llamas han estado lejos y que solo las han visto cuando el autocar habilitado especialmente y custodiado por los Mossos d'Esquadra les conducía a Figueres.
Por el momento, no se plantean regresar a Alemania, pese a que ha habido algunos padres que han llamado preocupados por los niños, ya que dentro de sus planes estaba dejar el camping de Albanyà este miércoles, donde llevaban cinco días, e irse a otro en Sant Pere Pescador, donde piensan pasar otros seis días cerca del mar.
Eunice Calvet, una barcelonesa que llevaba una semana en un camping de Sant Llorenç de la Muga con sus tres hijos y sus padres, donde van cada año, tuvo que coger todas sus cosas y abandonar el lugar ante el avance del fuego.
Primero les concentraron a todos en la plaza de Sant Llorenç, donde les dieron bocadillos y bebida, aunque finalmente les derivaron al pabellón de Figueres "porque está mejor equipado", y finalmente los padres han pasado la noche en el pabellón mientras que los niños han estado en casa de unos amigos.
La mujer relata que el trayecto entre Sant Llorenç y Figueres lo hicieron en convoy de numerosos coches, y que el paisaje que vieron, "aunque todo estaba oscuro, era desolador", y vieron alguna lengua de fuego.
Nueve miembros de una familia de turistas belgas que estaban alojados en una casa rural de la zona, y cuando este domingo salieron a pasear, ya no pudieron regresar y desde entonces solamente tienen su coche, pero todo lo demás lo tienen en la casa.
El padre de familia, Hughes, que ha acudido al pabellón de Figueres en busca de información, ha explicado: "No tenemos nada, no tenemos ni teléfono ni tarjetas, no sabemos qué ha pasado con la casa, ni donde están los propietarios".