MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) ha pedido este viernes al Gobierno español, al Parlamento Europeo y a las instancias de la Unión Europea pertinentes que actúen "decididamente" en defensa de los derechos del periodista español Pablo González, encarcelado en Polonia desde febrero de 2022.
"El trato que Pablo González está recibiendo por parte de la Fiscalía polaca constituye una grave violación de los principios y valores que la Unión Europea dice defender, como son la libertad de prensa, las garantías judiciales y sobre todo el respeto a los Derechos Humanos", ha criticado la asociación.
El próximo 28 de febrero el periodista cumplirá un año encarcelado en Polonia. Fue detenido a los pocos días de la invasión rusa de Ucrania bajo la acusación de "espiar para los servicios de información rusos", cuando cubría junto a otros colegas la llegada de refugiados ucranianos a Polonia.
Según ha denunciado la asociación, permanece en prisión preventiva "en condiciones de casi total aislamiento" desde entonces. "No se le permite hablar telefónicamente con su familia, incluidos sus tres hijos pequeños. Su única vía de comunicación es el correo postal con cartas que pueden tardar más de tres meses en llegar a su destino", ha añadido.
Asimismo, la APDHE ha explicado que, a excepción del cónsul de España en Polonia, la única visita que las autoridades polacas han autorizado, cuando se cumplieron 9 meses de encierro, ha sido la de su mujer Oihana y "no hay ningún indicio de que vayan a autorizar nuevas visitas".
Según ha relatado la propia Oihana, Pablo González ha adelgazado más de 20 kilos y, aunque mantiene el ánimo, está muy debilitado físicamente: "Apenas ve la luz del sol, permanece 23 horas encerrado en una celda sin ventanas donde pasa mucho frío y tiene una hora de paseo en el patio, siempre sólo sin contacto con ningún ser humano excepto sus carceleros. Una forma de tortura".
La Asociación Pro Derechos Humanos de España ha informado de que Pablo González es nieto de uno de los llamados "niños de la guerra", hijos de republicanos españoles que fueron enviados a la Unión Soviética para escapar de la guerra civil y la anunciada represión franquista cuando la derrota de la República parecía ya inevitable.
Nació en Moscú y tras el divorcio de sus padres, vino a España con su madre cuando tenía 9 años. Por eso tiene dos pasaportes, uno con su nombre ruso Pavel Rubtsov y otro con su nombre español y el apellido de la madre, "circunstancia que hasta el momento es la única supuesta evidencia que la fiscalía polaca esgrime para justificar su detención", según ha apuntado.
Pablo o Pavel habla ruso perfectamente, como periodista free-lance se ha especializado en el espacio postsoviético y ha trabajado para diversos medios españoles. "Es un ciudadano español y, por tanto, de la Unión Europea cuyos derechos procesales están siendo violados descaradamente por las autoridades de un país, Polonia, que es miembro de la OTAN y de la UE", ha concluido.
