Arzobispo de Oviedo pide que la Navidad triunfe sobre "el festival del despropósito, la insolidaridad y la hipocresía"

Jesús Sanz, Arzobispo De Oviedo
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 20 diciembre 2012 13:40

OVIEDO, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, confía, en su Carta semanal 'La provocación de Dios en Navidad', que la Navidad triunfe sobre "el festival del despropósito, la insolidaridad y la hipocresía" y sobre "una gama de comediantes a los que les gusta el disfraz que tapa sus vergüenzas y sus mentiras, para ocultar las verdaderas razones de sus propuestas demagógicas y oportunistas".

"No hubo lágrima que (Dios) no enjugara, ni gozo por el que no brindara. Abrazando con respeto cada lance fue aprendiendo en nuestros trances, enseñándonos a soñar la esperanza de lo mejor. La palabra final sólo le pertenece a su luz no a nuestra penumbra, a su gracia no a nuestras tristezas, a su compañía fiel, no a nuestras soledades. Sí, Dios aquí y ahora, lo vuelve a intentar. Esta es la alegría que nos embarga, no un contento fugaz", sostiene Sanz Montes.

Monseñor sostiene que "no pintan blancas las navidades cuando son nubarrones de incertidumbre lo que ensombrece el cielo de tantas personas" y relata que "en la economía seguimos sin ganar para sustos por el susto que a tantos tiene el no poder ganar nada". "En la violencia aún seguimos acorralados en el rincón de la barbarie de Connecticut, con esa matanza de niños inocentes y de sus maestras heroicas, por un loco suicida amamantado por una madre con la leche envenenada", prosigue.

"Y puestos a tomar la calle, no faltan los que poniéndose fuera del sistema, nos imponen a todos el suyo sin fecha de caducidad y sin tregua en sus fechorías", advierte.

"Con un cuadro así, con la amenaza maya de que esto se acaba sin dejarnos siquiera el respiro para ver si nos ha tocado al menos la pedrea lotera, hay gente que está molesta con estas fiestas navideñas. Les viene mal. Les enciende los malos humos de los humores desabridos con la peor chamusquina. De modo que hay gente que piensa que habría que dar el cerrojazo de sanseacabó. Pero es aquí donde entra la verdadera condición para entender en encanto creíble y realista, la provocación tierna e inocente que siempre entraña la auténtica Navidad", concluye.