Imagen de la masacre en Benue (Nigeria). - DIÓCESIS DE MAKURDI/ACN
MADRID 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha condenado la "masacre" perpetrada el pasado viernes 13 de junio, en la que al menos 200 cristianos fueron asesinados por radicales armados en Benue (Nigeria).
En concreto, ACN explica que las familias desplazadas se encontraban en edificios reconvertidos en alojamientos temporales en la plaza del mercado de Yelewata, en el área de gobierno local de Guma, cerca de Makurdi, cuando los radicales irrumpieron gritando 'Allahu Akhbar' (Dios es grande) antes de comenzar la matanza.
En un informe recibido por la organización benéfica católica, el clero local señala que la misma tarde de la masacre la policía había ya repelido a los atacantes cuando intentaban asaltar la iglesia de San José de Yelewata, donde dormían hasta 700 desplazados internos.
Si bien, el grupo de radicales se dirigió entonces a la plaza del mercado de la ciudad, donde utilizaron combustible para prender fuego a las puertas del alojamiento de los desplazados, antes de abrir fuego en la zona donde dormían más de 500 personas.
Según indica ACN, los informes iniciales confirman que al menos 100 personas murieron en la matanza que duró unas tres horas, pero los datos recopilados posteriormente por la Fundación para la Justicia, el Desarrollo y la Paz (FJDP) de la Diócesis de Makurdi estimaron en un total de 200 las víctimas de la masacre.
Este número la convierte en "la peor atrocidad" en una región en la que se está produciendo un aumento de los ataques, según ACN, que advierte de que existen "crecientes indicios de que se está llevando a cabo un asalto coordinado para obligar a toda la comunidad a abandonar la región".
Mientras tanto, aseguran que los líderes de la Iglesia están tratando de ayudar a un gran número de personas que se habían refugiado en Yelewata tras los ataques fulani a comunidades de todo el estado de Benue y que ahora han huido de la ciudad hacia pueblos y aldeas vecinas.
En declaraciones a ACN desde Yelewata, el párroco de la ciudad, Ukuma Jonathan Angbianbee, ha descrito cómo él y otros desplazados internos escaparon por poco de la muerte, tirándose al suelo de la casa parroquial al oír los disparos. "Cuando oímos los disparos y vimos a los radicales, encomendamos nuestras vidas a Dios. Esta mañana, doy gracias a Dios por estar vivo", ha relatado.
Sobre su visita a la plaza del mercado, ha afirmado que lo que vio fue "realmente espantoso". "Había gente asesinada. Había cadáveres esparcidos por todas partes", ha indicado.
Según señala ACN, citando un informe inicial de la FJDP, cuyo personal ha visitado el lugar de la masacre, "era una monstruosidad" y "algunos (cadáveres) estaban quemados hasta quedar irreconocibles: bebés, niños, madres y padres simplemente aniquilados".
El sacerdote ha relatado que Yelewata había acogido a miles de desplazados internos de las aldeas vecinas, ya que se consideraba un lugar relativamente seguro, al estar situado en la carretera principal a Abuja, pero ahora está prácticamente desierto y muchos se han refugiado en las cercanas localidades de Daudu y Abagena.
El padre Jonathan ha dicho que él y otras personas identificaron a los atacantes como fulanis y que el ataque fue cuidadosamente coordinado, con los radicales accediendo a la ciudad desde múltiples ángulos y utilizando la cobertura de las fuertes lluvias para lanzar su asalto.
El sacerdote y otros clérigos de la diócesis de Makurdi han criticado la respuesta de seguridad, diciendo que la policía que impidió a los radicales acceder a la iglesia estaba mal preparada y no pudo finalmente impedir el ataque al mercado cercano.
En el Ángelus de este domingo 15 de junio el Papa León XIV dijo que rezaba por los "brutalmente asesinados" en "la terrible masacre", la mayoría de ellos desplazados internos "acogidos por la misión católica local".
Según indica ACN, la masacre de este viernes 13 por la noche se produce en medio de un aumento de los ataques en el estado de Benue, centrados en la región de Makurdi, con más del 95% de población católica. En otros ataques recientes, más de 100 personas han muerto y 5.000 personas han sido desplazadas en las zonas del gobierno local de Gwer West, en la diócesis de Makurdi, según puntualiza.