Beatificación.- El cardenal Saravina, que comenzó el proceso, asegura que Juan Pablo II "vivió como un santo"

ROMA 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

El prefecto emérito de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal José Saraiva Martins, que comenzó el proceso de beatificación de Juan Pablo II en 2005, ha asegurado que el Pontíficice será beato porque "vivió siempre como un santo", con una fe "vívida, existencial y para nada abstracta, genérica" y porque fue "un místico" ya que "cuando se ponía en oración, olvidaba todo lo demás, no había espacio ni tiempo".

Así, en una entrevista a Europa Press, ha destacado que fue "un santo humano" que conocía "la dimensión humana de la sociedad". Además, el cardenal Saraiva ha subrayado que Karol Wojtyla "defendió siempre la dignidad del hombre" y quiso "subrayar los valores humanos" que son también "completamente cristianos".

El prefecto emérito de la Congregación de los Santos, quien comenzó el proceso de beatificación del Papa polaco en el año 2005, ha subrayado también que Juan Pablo II "no es sólo un hombre de Iglesia" sino que "era un hombre que ha dejado un gran influjo en la sociedad civil, también con una gran importancia para los no creyentes".

El cardenal Saraiva ha rechazado también las críticas al proceso de beatificación recibidas por los casos de pederastia perpetrados por el fundador del Movimiento de los Legionarios, Marcial Maciel. Según ha precisado el cardenal Saraiva, este caso "ha sido estudiado y analizado" durante el proceso de beatificación del Papa polaco y ha asegurado que "este caso no ha tocado ni ha afectado en ningún caso la santidad de Juan Pablo II".

Karol Wojtyla, según ha añadido el cardenal Saraiva "tenía una personalidad extraordinaria" y ha destacado que el Papa polaco "es un ejemplo para todos, un testimonio para la humanidad". Asimismo, el antiguo prefecto ha subrayado también que Juan Pablo II es "una figura histórica" que "ha tenido una gran influencia en la humanidad".

El cardenal Saraiva ha recordado que la santidad "pertenece a la naturaleza misma de la Iglesia" porque sin los santos y beatos "sería una asociación cualquiera". Los santos, según ha destacado el purpurado, presentan "la vivacidad de las iglesias locales".

Juan Pablo II ha nombrado durante su Pontificado un total de 1.835 santos y beatos y, a juicio de Saravina, "no se trata de una inflación de santos" sino que Karol Wojtyla, "siguiendo el Concilio Vaticano II" reafirmó "la vocación universal de la Iglesia a la santidad" y por tanto como Pontífice quiso "proponer ejemplos de santidad para seguir".