La boda de Carlos V e Isabel de Portugal en el Alcázar de Sevilla

Boda Carlos V e Isabel de Portugal
La boda de Carlos V, Rey Emperador e Isabel de Portugal en el Alcázar de Sevilla
Actualizado: martes, 3 noviembre 2015 9:27

MADRID, 2 Nov. (EDIZIONES) -

El enlace matrimonial entre Carlos I de España y V de Alemania e Isabel de Portugal en el Alcázar de Sevilla llegará finalmente a las pantallas de TVE esta noche en la serie de 'Carlos, Rey emperador'.

Con tres años de diferencia entre ambos, ella 23 y él 26, se dan el sí quiero en el año 1526 en los Reales Alcázares de Sevilla --actual Salón de Embajadores-- en una boda hispano-lusa, resultado de las negociaciones entre los dos reinos de la Península Ibérica.

Según algunos historiadores, este enlace tenía también gran interés económico debido al aporte de Isabel de una dote de 900.000 doblas de oro. Por su parte, Carlos otorgaba a su futura esposa todas las rentas del señorío de la ciudad de Alcaraz de La Mancha, así como en calidad de arras 300.000 doblas.

Ambos consiguieron contraer matrimonio después de llegar la dispensa pontificia --el 1 de noviembre de 1525-- que les concedía unirse en santo sacramento a pesar de ser primos carnales. Isabel era hija de María, hija de los Reyes Católicos, y Manuel I el Afortunado de Portugal.

El 17 de octubre de 1525 se firmaron las capitulaciones matrimoniales entre Carlos e Isabel y el 1 de noviembre tuvo lugar en el palacio real de Almeirim (Portugal) la boda por poderes ( poder notarial que sustituye la presencia física de los cónyuges al encontrarse en lugares distintos. Generalmente se usa entre español y extranjero). Convertida ya en esposa de Carlos I, ella se desplaza a Sevilla, a la espera de la llegada de Carlos para casarse el 11 de marzo de 1526 en los Reales Alcázares sevillanos.

Con motivo de esta unión, las fiestas en la ciudad duraron varios días aunque no fueron demasiado grandiosas debido a las fechas cuaresmales y por el luto por la reina de Dinamarca, hermana del Emperador, según recoge Alfonso Pozo Ruiz en su web de historia Alma mater hispalense.

SEIS HIJOS FRUTO DE UN MATRIMONIO "SINCERO"

El día 13 de mayo salió la corte de Sevilla en dirección a Granada, lugar donde Carlos ordenó plantar unas flores persas que se convertirán en uno de los símbolos peninsulares: los claveles. En esta estancia granadina Isabel quedó embarazada pero el parto tuvo lugar en Valladolid, el 21 de mayo de 1527, naciendo un niño que sería bautizado con el nombre de Felipe (Felipe II).

Según cuentan algunos historiadores, Isabel --deseosa de guardar la compostura durante el parto-- ordenó que apagaran todos los candelabros de la sala, tapándose el rostro con un ligero paño para evitar que los asistentes apreciaran el dolor en su rostro.

El matrimonio fue, según el portal mujeresenlahistoria.com, de amor sincero. Isabel y Carlos, a pesar de no haberse escogido por amor, desde el primer momento sintieron un mutuo afecto que fue derivando es una mayor estima a lo largo de los años. Aunque posteriormente Isabel sintió la ausencia de Carlos en el hogar debido a su agenda política.

El 21 de junio de 1528 nace su segunda hija, María (de Austria), dejando a la emperatriz debilitada. En aquella larga etapa solitaria de Isabel, nace su tercer hijo, Fernando, el 22 de noviembre de 1529 pero fallece el 13 de julio de 1530 sumiendo en la tristeza a Isabel que le hace caer enferma.

Tres años después, tiempo en el que la emperatriz se repone de sus enfermedades y tristezas, se reencuentra de nuevo con su esposo. De este nuevo encuentro nacerá en 1535 una nueva infanta, bautizada como Juana (de Austria). El 19 de octubre de 1537 da a luz a Juan y se agrava su estado de salud en un nuevo periodo de soledad.

Con el paso del tiempo, Carlos consigue regresar al lado de Isabel a la que vuelve a dejar embarazada de su sexto hijo, un niño (Juan) que nacerá muerto el 19 de abril de 1539 a los cuatro meses de embarazo. Isabel no sobrevivió a este último parto. Con 36 años de edad, el 1 de mayo de 1539 fallecía a causa del aborto.

Pese a que el matrimonio se realizó por motivos políticos, historiadores aseguran que fue una pareja feliz porque le fue fiel el Rey y tras la muerte de Isabel, Carlos I no volvió a contraer matrimonio.

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