MADRID 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono; el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos; el eurodiputado del PSOE Ramón Jáuregui, y el coordinador de la Interparlamentaria Socialista Andaluza, Javier Barrero, participarán en el congreso de la Liga Internacional de Socialistas Religiosos (ILRS) que se celebra este fin de semana en Córdoba para debatir sobre la crisis económica.
Según el programa, bajo el lema 'Crisis global y espiritualidad. Construyendo alianzas entre la fe y la justicia', el congreso arrancará el sábado, con una inauguración en la que participarán Bono y Moratinos, además del alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, la delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía, Isabel Ambrosio, y el presidete de ILRS, Pär Axel.
A lo largo de la jornada del sábado habrá ponencias sobre crisis global y espiritualidad y sobre perspectivas religiosas ante la justicia social y crisis económica. Por la tarde, se desarrollará la mesa 'Reflexiones sobre las prioridades de la ILRS en relación al tema', con espacios de trabajo sobre la Alianza de Civilizaciones, la Globalización social o la presentación de un video sobre el Grupo Cooperativo Mondragón, del País Vasco.
El domingo, los cristianos socialistas del PSOE celebrarán su asamblea y las delegaciones internacionales de la ILRS desarrollarán una sesión de trabajo. A partir de las 13,00 horas, Jáuregui y Barrero, junto al secretario general del PSOE de Córdoba, Juan Pablo Durán; y al secretario general de la ILRS, Andrew Hammer; procederán a la clausura del congreso.
La programación oficial del evento se completa con la recepción de participantes, en la tarde de mañana viernes, y con una visita a la Mezquita Catedral de Córdoba y una recepción en los Jardines del Alcázar, que contará con una actuación musical.
La organización del congreso defiende que "la experiencia religiosa no es ajena a la crisis económica ni a sus impactos sociales" por lo que "hacen falta valores éticos" para un nuevo modelo económico "sostenible e igualitario".
"Esta crisis, a pesar de todos sus negativos impactos sociales, puede ser una oportunidad para convertir la globalización económica en una globalización de la fraternidad", añaden los organizadores.