SANTA CRUZ DE TENERIFE, 22 Ene. (EP/IP) -
El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, reconoció hoy que el efecto provocado a nivel nacional por sus declaraciones en un periódico tinerfeño le pilló por sorpresa, al no contar con que sus palabras se interpretaran en ese sentido. Según dijo, no quiso justificar el abuso a menores, "que es siempre absolutamente reprobable, moralmente es un pecado gravísimo y jurídicamente, un delito", y añadió que no comparó ni quiso comparar, ni compara, "la homosexualidad con el abuso a menores".
El Obispo de Tenerife hizo estas manifestaciones en el programa de la Televisión Canaria, 'Buenos Días, Canarias', durante una entrevista sostenida con el periodista Carmelo Rivero. En esta ocasión, leyó textualmente su respuesta para evitar cualquier otra interpretación.
Previamente, el prelado señaló que lo único que quiso expresar es lo que enseña la Iglesia sobre estas cuestiones, recogido en documentos a cuya lectura invita a cualquier persona interesada, particularmente a los católicos, que deben conocer bien las enseñanzas de la Iglesia.
Bernardo Álvarez indicó que con la polémica se ha sentido nervioso porque "no resulta agradable salir a la palestra de este modo, pero gracias a la fe y al apoyo que me han mostrado muchas personas, he logrado salir adelante". Destacó también que en este tiempo ha recibido infinidad de "muestras de cariño, llamadas, mensajes..."
El Obispo de Tenerife dijo que esta experiencia le ha servido para aprender que no se puede hablar espontáneamente de temas tan sensibles y anunció que a partir de ahora medirá mucho sus palabras cuando se traten de temas tan sensibles. "El lenguaje de la Iglesia es para todos, no sólo para los católicos, por lo que se puede crear una confrontación de opiniones". Aclaró, por último, que "hay gente que no está de acuerdo con lo que dije y lo respeto porque eso forma parte de la libertad de expresión".
