El cardenal Blázquez pide ser "ciudadanos leales" y ayudar "a los más frágiles" durante el coronavirus

El arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, durante la apertura del Congreso de los Laicos 2020 en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid (España), a 14 de febrero de 2020.
El arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, durante la apertura del Congreso de los Laicos 2020 en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid (España), a 14 de febrero de 2020. - Ricardo Rubio - Europa Press
Publicado: jueves, 12 marzo 2020 22:39

MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo y expresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez, ha pedido este jueves ser "ciudadanos leales" durante el brote de coronavirus y ayudar "a los que se sientan más frágiles" con la alerta sanitaria.

En una entrevista en Trece, recogida por Europa Press, Blázquez ha indicado que la "humanidad no es omnipotente" sino que "es frágil". "Puede empezar el foco de contaminación a miles de kilómetros pero terminamos padeciendo la misma sensación de fragilidad", ha señalado.

En este sentido, el cardenal ha insistido en "estar atentos como ciudadanos" a lo que las autoridades políticas y sanitarias vayan indicando porque, a su juicio, son ellos los que tienen "mejor información y el asesoramiento de los técnicos". Además, ha subrayado la importancia de "restringir los movimientos exteriores" y ha recomendado seguir, en familia, la eucaristía por Internet durante estas semanas.

Así, Blázquez ha apostado por la "lealtad" de la ciudadanía, aunque ha incidido en vivir esta situación de alerta sanitaria "con la mayor normalidad posible". "No nos apresuremos, vivamos con la mayor normalidad posible pero siendo precavidos", ha apostillado, para después destacar que lo más importante es "eliminar el riesgo de contagio" y "ayudar a los que se sientan más frágiles".

UNA IGLESIA AUTÉNTICA

Por otra parte, el expresidente de la Conferencia Episcopal ha deseado una Iglesia que sea "auténticamente iglesia", sin "ambigüedades o interiormente falseada". "Una iglesia creyente, donde se comparta la vida y pueda ser referente", ha explicado, al mismo tiempo que ha pedido "tener las puertas abiertas para entrar o salir si alguien no se siente cómodo".

Ha mostrado su preocupación por la fragilidad de la institución en "la transmisión de la fe" y en "la iniciación en el cristianismo" porque, según su visión, existen un "desnivel" entre generaciones respecto a la cuestión religiosa. "Estoy convencido de que el evangelio es un faro", ha apuntado.

Por último, ha defendido que durante su presidencia en la CEE se tomaron "en serio" el acompañar a las víctimas de abusos sexuales. "Hemos ido poco a poco descubriendo la gravedad de los acontecimientos, hemos comprendido que la forma de responder no era un silencio impuesto a las victimas. Hemos cambiado y la iglesia está inmersa. Es el camino a seguir", ha expresado.