El cardenal Cañizares afirma que la familia sufre un "acoso" en España

Actualizado: jueves, 30 marzo 2006 16:34


MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Toledo, el cardenal Antonio Cañizares, considera una "contribución valiosísima" el último libro 'Familia Via Ecclesiae', que recopila textos del Papa Juan Pablo II sobre el matrimonio y la familia, debido al "acoso" que ésta "sufre en España en estos momentos".

"Este libro es, sin duda, una contribución valiosísima para siempre, pero, en particular, para los momentos que vivimos en España sobre el acoso a la familia, y ante el próximo Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en Valencia y presidirá el Papa Benedicto XVI", afirma Cañizares en el prólogo a la edición española de este libro que será presentado el próximo martes junto al Nuncio Apostólico en España, Manuel Monteiro de Castro, en la Universidad CEU-San Pablo.

El también Primado de España señala que "son bien conocidos los problemas que asedian al matrimonio y a la institución familiar debidos a una cierta mentalidad hedonista, permisiva e insolidaria".

En este sentido, agrega que la familia atraviesa dificultades importantes por las presiones que sufre, "particularmente con la plaga del divorcio, que cobra especialmente sus víctimas en los hijos".

Cañizares también arremete contra la Ley de Reproducción Asistida, el aborto y la insuficiente protección de la familia en los aspectos económicos, al sostener que "la mentalidad anti-vida, que impide su concepción o la elimina antes de nacer y las nuevas legislaciones en favor de nuevas uniones, incluso entre personas del mismo sexo, vulneran la más elemental dignidad y la verdad del ser humano, conducen a la quiebra de humanidad y ponen en peligro, en consecuencia, la estabilidad de la misma sociedad".

En este contexto, el número dos de la Conferencia Episcopal recuerda el "gigantesco magisterio" del Papa Juan Pablo II sobre la familia y el matrimonio. "El recordado Papa hizo del matrimonio y de la familia una de las claves de su pontificado. Cuántas enseñanzas, cuántos gestos, cuántos escritos, declaraciones, discursos, catequesis, cuántas obras, cuántas iniciativas suyas en favor de la familia, para defenderla, para proclamar a tiempo y a destiempo el Evangelio de la familia, sagrario de la vida, esperanza de la humanidad", asegura el prelado en su prólogo fechado el 30 de diciembre de 2005.

Asimismo, añade que este libro contribuirá a que "muchos se sientan más obligados a promover y fortalecer los valores y exigencias de la familia, a apoyar y vigorizar la familia, y su fundamento que es el matrimonio único e indisoluble entre un hombre y una mujer, a proteger y defender la vida, cuyo santuario es la familia".

"GRANDE ES LA HERENCIA"

En la misma línea, el prefecto de la Congregación para los Obispos, cardenal Giovanni Battista Re, asegura en el epílogo que "grande" es la herencia que Juan Pablo II ha dejado a la Iglesia sobre este tema y que su enseñanza "no se ha terminado ciertamente con su sepultura".

"Ahora que él ha cruzado el umbral de la eternidad y nos mira desde la 'ventana del cielo', debemos reconocer que el Santo Padre Juan Pablo II ha mantenido su promesa. No se ha cansado de cumplir esta misión, ni siquiera cuando tenía dificultad de caminar e incluso de hablar. En su magisterio encontramos todos los grandes temas de la doctrina cristiana acerca del matrimonio y la familia, pero también la respuesta, con corazón de pastor y con visión de hombre de Dios, a los problemas nuevos de la bioética y de la procreación artificial, la puesta en guardia de las amenazas de hoy contra la familia y el estímulo a la pastoral familiar frente a las problemática difíciles y complejas actualmente emergentes", asegura Battista Re.

Frente a estos obstáculos, el prefecto recordó el insistente llamamiento de Juan Pablo II durante su Pontificado "a amar a la familia", precisando que esta actitud "significa saber estimar sus valores y posibilidades, promoviéndolos siempre". "Amar a la familia significa individualizar los peligros y males que la amenazan, para poder superarlos. Amar a la familia significa esforzarse por crear un ambiente que favorezca su desarrollo", aseguró.

Asimismo, advirtió de que la familia "no ha sido inventada por los hombres por lo que no es una institución humana que, por eso los hombres puedan también modificar o cambiar". "Ella ha sido querida por Dios. Por consiguiente, lo que importa es el proyecto de Dios sobre la familia, por Él creada para la serenidad y el bien de las personas, y para el nacimiento y la educación de los hijos", aseguró.