Casi 2.000 personas despiden a los cuatro vecinos Laguna (Valladolid) muertos en accidente de avioneta en Florida

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 16 diciembre 2009 18:28

LAGUNA DE DUERO (VALLADOLID), 16 (EUROPA PRESS)

Cerca de dos mil vecinos de la localidad vallisoletana de Laguna de Duero despidieron hoy en el Pabellón Deportivo Pabellón Deportivo Municipal de la misma a los cuatro miembros de la familia Martínez-Blanco, fallecidos en el trágico accidente ocurrido el pasado 8 de diciembre en el Condado de Osceola (Florida).

Las instalaciones polideportivas de Laguna apenas pudieron acoger a los varios miles de personas que, en un ambiente de angustia y aflicción, quisieron arropar al padre de familia, que perdió a su esposa Carmen y sus tres hijos, Manuel, Pablo y Cristina, de 19, 18 y 16 años, respectivamente, cuando el mayor de estos últimos pilotaba la aeronave.

El padre asistió destrozado a la ceremonia fúnebre mientras que su suegro, abatido y sin poder reprimir las lágrimas, llegó a abrazarse al féretro de su hija y de alguno de sus nietos.

Las escenas de llanto y dolor invadieron al resto de los miles de vecinos que quisieron dar el último adiós a los cuatro integrantes de la familia Martínez-Blanco, entre ellos amigos y compañeros del colegio de los más pequeños, quienes se aferraron a pancartas con frases del tipo 'Cris, va por ti' o 'Te queremos'.

Entre los asistentes se encontraban el presidente de la Diputación de Valladolid, Ramiro Ruiz Medrano; el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Cecilio Vadillo; el alcalde de Laguna de Duero, Jesús Viejo; el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Javier Galache, y miembros responsables de Cajamar y directivos de las asociaciones a las que pertenecía Carmen, la madre.

El Polideportivo de Laguna había sido habilitado ayer para poder oficiar la misa. Aunque las gradas tan sólo permitían acoger a unas 500 personas, dichos trabajos de acondicionamiento permitieron dar cabida a otro medio millar de asistentes, con lo que el resto de asistentes al oficio fúnebre se vio obligado a permanecer en la calle.

Varios equipos de Protección Civil, Cruz Roja y psicólogos permanecieron apostados durante el acto en el polideportivo para mostrar su apoyo a los familiares y contribuir con ayuda psicológica o del tipo que fuera necesario.

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