MADRID 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Club de Fumadores por la Tolerancia repartió hoy en el barrio madrileño de la Latina, en la confluencia de las calles Cava Baja y Cava Alta, tapones para los oídos en protesta por el nuevo fenómeno que se producirá si se endurece la actual Ley Antitabaco, el "cigarrón", y los conflictos que se generarán cuando los fumadores y sus acompañantes no encuentren zonas habilitadas para fumar en los locales de ocio y restauración.
Los integrantes del Club de Fumadores por la Tolerancia han querido acercarse hasta el madrileño barrio de La Latina para repartir "tapones" entre los vecinos y también entre los turistas que estos días visitan Madrid.
Así, el portavoz la asociación, Javier Lancurdoite, explicó que el motivo de este acto simbólico es concienciar a la sociedad del "efecto negativo" que va a tener la reforma de la actual Ley antitabaco, que prohibirá fumar en el interior de los locales ocio y restauración.
"Cuando esté totalmente prohibido fumar en los locales de hostelería y nocturnos los fumadores van a salir a fumar a la calle y eso va a generar más ruido y molestias a los vecinos y quien sabe si algún altercado público", recalcó Javier Lancurdoite.
En este sentido, desde el Club de Fumadores por la Tolerancia consideraron que sí se llegara a aprobar la reforma de la Ley antitabaco los fumadores no tendrían "ningún sitio" donde poder fumar y no se respetaría ningún derecho del fumador. "Esta ley intenta achicarnos el espacio, hostigarnos, acusarnos y estimagtizarnos", subrayó el portavoz.
OPINIÓN DE LOS VECINOS
Los residentes de la zona de la Latina tampoco están demasiado contentos con la reforma de la Ley Antitabaco, porque ya se quejan de que en la actualidad hay demasiado ruido en la calle. Así opinaron tres amigas que salieron a dar un paseo por el barrio madrileño, quienes aseguraron que esta ley no les parece bien que se prohíba "totalmente" porque ya existen en los bares "zonas de fumadores y no fumadores".
"Durante el fin de semana no hay quien duerma en este barrio así que cuando no se pueda fumar dentro todo el mundo saldrá a la calle y lo vamos a sufrir los vecinos", dijo Marta una de las tres chicas. "Yo ahora ya duermo con tapones", contó entre risas.
Isabel, otra vecina no fumadora del barrio sí que está a favor del endurecimiento de la nueva Ley Antitabaco aunque "respeta" a los que quieran hacerlo. Lo que no le parece bien es que la consecuencia de prohibir fumar dentro de los locales sea salir a la calle. "Al final todos molestan a todos", concluyó.