Archivo - Imagen de una vivienda en Lorca derribada tras el terremoto - EUROPA PRESS - Archivo
MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) reclama que los estudios geológico-geotécnicos en zonas sísmicamente activas incluyan un análisis de la peligrosidad sísmica de las zonas más sensibles.
Así lo ha propuesto el colegio profesional en un informe en el que plantea una batería de propuestas para reformar la actual Norma de Construcción Sismorresistente (NCSR-23).
Además, los geólogos piden que la norma especifique la realización de estudios -ya sean geológicos, geotécnicos, geofísicos u otros que fuesen necesarios- para clasificar de forma fiable el terreno, así como una modificación en la profundidad de este, ya que consideran que es "esencial" fijar una profundidad de al menos 30 metros de acuerdo con los estándares internacionales.
El cambio de la palabra "licuación" por "licuefacción", es otra de las modificaciones por las que apuesta el ICOG, ya que esta es utilizada en el Eurocódigo 8 y permite una ampliación del fenómeno de licuefacción al prescribir las medidas de mitigación y las condiciones de seguridad adicionales necesarias. Del mismo modo, proponen una mayor concreción de los requisitos de carácter geológico y geotécnico para identificar adecuadamente la actividad sísmica de lugares donde se ubicarán infraestructuras.
Según el ICOG, el objetivo principal es que esta nueva norma "pueda considerar adecuadamente propiedades geológicas y geotécnicas", lo que les permite conocer el comportamiento sísmico del terreno con todo tipo de estructuras y no solo con edificaciones.
El escrito para la mejora de la NCSR-23 se entregó hace casi un año ante la Comisión Permanente de Normas Sismorresistentes de la Dirección General del Instituto Geográfico Nacional del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA).