La conductora de 26 años que atropelló mortalmente a un niña de tres años en Lugo acepta una pena de dos años de cárcel

Actualizado: miércoles, 24 junio 2009 14:13

Las partes acuerdan un año y seis meses de prisión por un delito de homicidio imprudente y otros seis meses por lesiones

LUGO, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

La conductora de 26 años implicada en un accidente mortal ocurrido en septiembre de 2006 en la Avenida de A Coruña de la ciudad de Lugo aceptó una condena de dos años de cárcel por el atropello en el que falleció una niña de tres años y que causó heridas de gravedad a una tía de la menor.

En la vista que se celebró hoy en el Juzgado de lo Penal Número 2 llegaron a "un principio de conformidad" en la cuestión penal las partes en litigio, por lo que la mujer aceptaba un año y seis meses de prisión por un delito de homicidio imprudente y otros seis meses por lesiones.

También la procesada será privada del permiso de conducir durante un periodo de tiempo pendiente de resolverse por la vía civil, procedimiento por el cual podría perder el carné por hasta seis años. También por esta vía se decidirán las indemnizaciones, de 300.000 euros para la herida y de 240.000 euros para los padres de la niña fallecida, según explicó el abogado de la mujer herida, Diego Vilanova.

El accidente se produjo después de que la conductora pasara en luz roja un semáforo en la Avenida de A Coruña, por lo que fue embestida por otro turismo. Al producirse la colisión, la acusada desvió la trayectoria de su vehículo e invadió la acera, atrapando a la niña y a su tía de 59 años contra la fachada de un inmueble.

En un principio, la Fiscalía pedía tres años de prisión y la acusación particular, que representaba a los padres, tres años y medio.

"GRAVEDAD EXTREMA"

Previamente a la celebración de la vista, donde se llegó al acuerdo, el abogado de la familia de la niña, José Piroscia, comentó a los medios de comunicación que se habían dado "unas circunstancias de una gravedad extrema, como es el fallecimiento de una niña de tres años con un daño moral agravado, con unos perjuicios morales muy importantes para sus padres".

Piroscia manifestó que se había producido una "clara negligencia", por "el hecho de haber rebasado, que está acreditado mediante informes de la policía local, el semáforo en rojo lo cual implica una imprudencia temeraria grave por una falta de atención evidente".

Asimismo, recordó que había solicitado como responsabilidad civil una indemnización de 240.000 euros "en función de la edad de la niña".

"La víctima es hija única y hay un daño agravado porque sabemos que con ninguna cantidad se paga la perdida de un hijo. Es una cuestión anti natura porque se puede superar la muerte de un padre pero la muerte de un hijo es muy difícil de superar y la situación sicológica que sigue viviendo toda la familia es muy grave", concluyó.