Foto: HO NEW / REUTERS
MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
El mar abarca una infinidad de especies y asuntos ampliamente desconocidos, entre ellos los pecios. Pero...
¿QUÉ SON LOS PECIOS?
Son restos de artefactos construidos por el hombre y que se han hundido como resultado de un accidente, enfrentamiento bélico o tempestad. Los casos más comunes son los navíos o buques, aunque también hay registrados otro tipo de aparatos, como aeronaves o vehículos terrestres.
Normalmente son considerados importantes fuentes de obtención de tesoros, antigüedades, joyas... pero también suponen una fuente documental de vital importancia para los historiadores.
¿CUÁNTOS PECIOS ESPAÑOLES HAY?
Las informaciones recogidas por la Armada española desde el siglo XIII determinan la existencia de más de 1.500 buques españoles o de otras nacionalidades naufragados en las actuales aguas jurisdiccionales españolas -son las que rodean las costas del país-.
La mayoría de estos buques contienen importantes restos del hundimiento, hoy valorados como tesoros.
Hablando en término internacionales, la UNESCO estima que hay más de tres millones de barcos hundidos sin localizar en el mundo.
¿CUÁNDO SE HUNDIERON?
El siglo XVIII es el que más naufragios recoge con 390, seguido por el XX con 307, el XIX con 239, el XVI (238) y XVII (147).
¿DÓNDE ESTÁN?
La Armada conoce la localización del 75% de los más de 1.500 navíos naufragados.
Según los últimos datos de 2013, las aguas europeas contienen casi el 60% de los buques españoles desaparecidos, seguido de América del Norte, Central y Caribe (26,7%) y de América del Sur (6,2%).
Con motivo de las expoliaciones de los tesoros, la Armada publicó el año pasado un mapa de las costas españolas dónde se encuentran los barcos hundidos, con el fin de tenerlos localizados y vigilados para evitar que sean saqueados. El Estado no ha hecho público dónde se encuentran, con el objetivo de proteger a estos navíos de los expolios o saqueos.
¿SI SE SABE DÓNDE ESTÁN, POR QUÉ NO SE EXTRAEN LOS CARGAMENTOS?
Según el marco de la UNESCO, la preservación 'in situ' de los pecios es la opción prioritaria, aunque en algunos casos se autoriza la recuperación de los vestigios si la finalidad es la protección de los restos o su estudio arqueológico.
Hay que tener en cuenta que los altísimos costes económicos que genera el preoceso de rescate dificultan en gran medida llevarlos a cabo.
¿A QUIÉN PERTENECEN LOS PECIOS?
En lo referente al asunto de la pertencencia de los barcos hundidos, si el pecio no se encuentra en las aguas jurisdiccionales del territorio al que perteneció, puede haber un conflicto de intereses entre ambas partes. Lo más habitual es que las leyes que recogen la normativa de los pecios en distintos países no coincidan. La mayoría de estas situaciones se resuelven en los tribunales atendiendo a la jurisdicción.
La ley española recoge que si han transcurrido más de tres años desde el hundimiento, el barco pasa a ser propiedad del Estado, por lo que tiene potestad sobre él, independientemente del origen primario de la nave.
Expediente Fragata Santa Leocadia, Archivo del Museo Naval
¿CÓMO SE PUEDEN RASTREAR LOS PECIOS DE MANERA LEGAL?
Al pertenecer al Estado, si un ciudadano localiza un pecio deberá notificarlo inmediatamente. Para realizar las labores de rastreo y exploración es necesario obtener un permiso del Gobierno, quien tiene la posibilidad de impedir cualquier acción sobre un bien declarado de interés general.
En el caso de que no se solicite el permiso y se extraigan los restos, sería un acto ilegal que está penado. En los últimos años se ha aumentado el control sobre los expolios, debido a que el avance de la tecnología facilita estas prácticas ilegales. La obtención de los cargamentos de los navíos generan precios muy elevados en el mercado negro, negocio al que se dedican algunas empresas apodadas 'cazatesoros'.
ALGUNOS PECIOS FAMOSOS
- Fragata 'Nuestra Señora de las Mercedes'
Su hundimiento tuvo lugar el 5 de octubre de 1804 frente a la costa portuguesa del Algarve, durante la Batalla del Cabo de Santa María que enfrentaba a la Armada inglesa con la española. La fragata había salido de Montevideo en agosto de ese mismo año e iba cargada con oro, plata, telas de vicuña, quina y canela.
El hundimiento se saldó con casi trescientos marineros fallecidos. Este enfrentamiento supuso el fin del acuerdo de paz entre ambas naciones.
En 2007 este episodio histórico salió a la luz cuando la compañía americana 'Odissey' anunció su descubrimiento. Por su parte, el Gobierno español reclamaba sus derechos, por lo que se inició un largo proceso judicial que acabaría inclinándose del lado español. La clave del asunto se encontraba en que era un buque en misión de Estado y no un barco comercial, tal y como defendía la empresa.
Por este motivo, los tesoros hallados en su interior pasaron a pertenecer a España.
- 'Nuestra Señora de Atocha'
El galeón español salió de Cuba en 1622 cargado con importantes riquezas de Oriente y de las Indias. Poco después de salir fue azotado por una fuerte tormenta y se hundió junto con el 'Santa Margarita', que lo acompañaba a modo de escolta.
Los años que siguieron al hundimiento estuvieron marcados por los intentos españoles de recuperar los tesoros que viajaban en su bodega. Lograron recuperar importantes cantidades de oro y plata del 'Margarita', pero nunca encontraron nada del 'Nuestra Señora de Atocha' y con el tiempo quedó relegada en el olvido.
Pero en la década de 1960, un buceador californiano dio con el rastro del navío español a partir de unos archivos. Se implicó en la aventura creando una empresa de rescate de pecios y empezando las prospecciones en 1971.
Después de casi quince años de búsqueda, en 1985 el equipo encontró los restos del casco del Atocha a dieciséis metros de profundidad.
El cargamento recuperado tenía un elevado valor, había más de mil lingotes de plata, cien mil monedas de oro y plata y una amplia colección de objetos como un cinturón de oro con rubíes y una amplísima colección de joyas.
Una pequeña parte de este tesoro fue a parar al museo de la empresa en Florida, pero la mayor parte de los hallazgos fueron subastados en Nueva York en 1988.
Estos son solo algunos de los casos más famosos de barcos que naufragaron con importantes cargas a bordo, pero los datos mencionados anteriormente apuntan a que aún hay miles de navíos en el fondo de los océanos que contienen importantes cargas. El Gobierno español, en los últimos años, ha iniciado la protección de estos buques con el fin de evitar saqueos.
