BRUSELAS, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Pueblo de la UE, el griego Nikiforos Diamandouros, ha pedido a la Comisión Europea que aclare cómo lleva a cabo su diálogo con las organizaciones religiosas y no confesionales después de que rechazara organizar un seminario para analizar el estatus de las iglesias y que elabore, si es necesario, directrices concretas para guiar dicho diálogo en el futuro.
Su petición llega después de que la Federación Europea Humanista, que representa 50 organizaciones humanistas de más de 20 países, le presentara una queja en octubre de 2011 para protesar por el rechazo de la Comisión a organizar un seminario sobre la exención de la que se benefician a la hora de aplicar la normativa europea sobre empleo y el estatus de las iglesias.
La federación criticó además que el Ejecutivo comunitario favoreciera a las organizaciones religiosas frente a las no confesionales. El Tratado de Lisboa obliga a la Unión a mantener un diálogo "abierto, transparente y regular" con las iglesias, asociaciones religiosas, organizaciones filosóficas y no confesionales y en este contexto la Comisión organiza "seminarios de diálogo" de manera regular.
El Defensor del Pueblo europeo, que reconoce que el Ejecutivo comunitario tiene un amplio margen discrecional sobre cómo lleva a cabo su diálogo con las organizaciones religiosas y no confesionales, ha dejado claro este jueves que discutir la queja de la Federación Humanista en un seminario no cuestiona el estatus de las iglesias y que se trata de un caso que representa "una buena oportunidad" para que Bruselas "clarifique sus prácticas".
El Ejecutivo comunitario alegó en su respuesta al Defensor del Pueblo que la Unión necesita respetar el estatus de las iglesias y las organizaciones religiosas en los Estados miembros y consideró que el asunto de debate propuesto iba más allá "del espíritu de las disposiciones relevantes en el Tratado de Lisboa" que aclaran que "la Unión respeta el estatus de acuerdo con la legislación nacional de las iglesias, asociaciones religiosas o comunidades, organizaciones filosóficas y no confesionales". Además, defendió que los seminarios están pensados para abordar "cuestiones amplias".
"Con vistas a garantizar que la Comisión pueda justificar sus decisiones objetivamente y pueda evitar incluso la percepción de que discrimina contra grupos específicos", el Defensor del Pueblo recomienda ahora a la Comisión que aproveche este caso para "clarificar cómo lleva a cabo su diálogo con tales organizaciones y si es necesario elabore directices concretas" para guiarlo.