Desarticulada en Barcelona una banda de motoristas que se dedicaba al tráfico de drogas y a la extorsión

Actualizado: domingo, 23 diciembre 2007 16:21


BARCELONA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los Mossos d'Esquadra desarticularon el martes pasado la delegación en Barcelona de la banda de motoristas Hells Angels (Ángeles del Infierno), que se dedicaba al tráfico de drogas y a la extorsión, según informó hoy la Policía autonómica.

Ocho personas fueron detenidas y acusadas de los delitos de extorsión, robo con violencia, tenencia ilícita y tráfico de armas, tráfico de drogas y asociación ilícita.

Los imputados son el presidente, Alejandro G., de 38 años; el vicepresidente, Marcos D., de 37 años; el tesorero, Ramon O., de 50 años; Manuel P., de 38 años; Álvaro L., de 39 años; Marcos Antonio R., de 37 años; Alexis P., de 35 años, y Jorge C., de 33 años.

Todos ellos son españoles, excepto el penúltimo, que es de nacionalidad francesa. El último, Jorge C., no pertenece a la banda, sino que ha sido detenido por intentar comprarles una pistola.

El 18 de diciembre, los agentes de la Policía autonómica, con la ayuda del Grupo Especial de Intervención (GEI), entraron de forma simultánea en diez domicilios y locales por todo el territorio catalán, la mayoría en Barcelona.

Como resultado de las entradas se decomisaron diversas pistolas, armas largas, chalecos antibalas, espadas, navajas, machetes, puños americanos, defensas eléctricas y diversas herramientas muy contundentes. También se encontró medio kilo de cocaína, balanzas de precisión y elementos de corte y dosificación de la droga para elaborar papelinas.

Uno de los responsables de la investigación, Joan Maria Mulet, explicó a Europa Press que los Mossos d'Esquadra llevaban seis meses trabajando en este caso a raíz de un intento de extorsión a una empresa de transportes en relación a un kilo de cocaína que la banda quería vender.

Mulet indicó que Hells Angels alegaban que eran trabajadores de empresas de cobradores de morosos. Se dedicaban, además, a extorsionar a las asociaciones de motoristas que pretendían establecerse u organizar algún tipo de actividad en la zona del área metropolitana de Barcelona. Para ello, la banda les cobraba un canon.

Uno de los locales de la banda, situado en la calle Fluvià de la capital catalana, tenía vetada la entrada a todos aquellos que no fueran miembros de Hells Angels. Funcionaba como un bar privado y domicilio de uno de los detenidos. El otro local era de acceso al público en general y estaba situado en la calle Pujades.

La banda se caracteriza por su organización paramilitar con una jerarquía piramidal en la que los escalones más bajones los ocupan los llamados 'hung-around', y más adelante, los 'prospect'. Éstos se encargan de las tareas más sucias y de ejecutar las directrices de los miembros de pleno derecho, que dirigen las actividades de la banda.

Los Hells Angels tienen su origen en Estados Unidos y están presente en varios países como Canadá, donde han tenido problemas con la justicia y están relacionados con el crimen organizado.

El 20 de diciembre, seis de los ocho detenidos pasaron a disposición de los Juzgados de Guardia de Barcelona. Uno ha sido enviado a la cárcel y otros cinco continúan imputados en libertad con cargos. Otro detenido pasó a disposición judicial en Badalona (Barcelona) y fue encarcelado, mientras que el último lo hizo en Tortosa (Tarragona) y está en libertad con cargos. La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.

Uno de los principales investigados, Manuel José T., de 41 años, nacionalidad española y vecino de Terrassa (Barcelona), fue detenido en el aeropuerto de Viru Viru de Sant Cruz de la Sierra (Bolivia), junto con Raul N. Ambos iban a coger un vuelo con destino a Madrid con cinco kilos y medio de cocaína ocultos, adheridos a las piernas. Los dos permanecen encarcelados en Bolivia.

Mulet subrayó que algunos de los detenidos esta semana ya fueron juzgados en 1996 por asociación ilícita y tráfico de drogas bajo el nombre de Centuriones. A raíz de esa actuación cambiaron de nombre.

Los Ángeles del Infierno tenían relaciones con otras delegaciones de otros países europeos. De hecho, intervinieron para que otra banda devolviera los emblemas a un grupo de motoristas españoles que seguía las directrices y pagaba el cano a Hells Angels.