BARCELONA, 29 Ago. (OTR/PRESS) -
Hay quien está dispuesto a hacer lo que sea con tal de ahorrarse unos euros. La Policía Nacional detuvo a un hombre que ocultó a sus dos hijos y a su padre en el maletero del coche mientras viajaba junto a su vehículo en el ferry que une Palma de Mallorca con Barcelona. El detenido, de origen letón, actuó de esta forma para ahorrarse los tres pasajes correspondientes a sus parientes. Al parecer los tres se metieron por su propia voluntad en el maletero y no hay indicios de que el detenido les agrediera para para obligarles a ocultarse.
Andris T., de 37 años de edad y nacido en Riga (Letonia), embarcó en el buque 'Jaume III' el pasado domingo aparentemente solo. Sin embargo, en la nave de la compañía Baleària en Palma de Mallorca viajaban otros tres polizones ocultos en el maletero del coche del hombre. Los miembros de seguridad de la embarcación sospecharon de esta situación y confirmaron sus presagios en cuanto inspeccionaron el vehículo.
De su interior salieron dos hijos de Andris T., de 8 y 10 años, y su padre, de 66. El hallazgo se produjo una vez que el barco había iniciado su trayecto, cuando sólo pueden acceder a la bodega del barco el grupo de seguridad. Sin embargo, no consta agresión física más allá de la obligación de esconderse para los polizones.
No obstante, y según el informe policial recogido por 'La Vanguardia', la actuación del detenido "había puesto en riesgo real y manifiesto la vida de sus hijos, así como la de su padre".
LIBERTAD CON CARGOS
El detenido había ocultado a sus familiares en el coche con remolque cargado de bicicletas junto al que pretendía alcanzar Barcelona. Sin embargo, y según la Policía, el intento por ahorrarse dinero puso en riesgo la integridad de tres personas, especialmente porque al elevado calor existente en la bodega del buque habría que añadir la existencia de gases.
La Policía llegó a sospechar incluso la existencia de una cuarta persona oculta en el vehículo, pero tras realizar una comprobación en profundidad, descartó esta opción. Tras el hallazgo, los agentes detuvieron Andris T. en cubierta y le aislaron de sus familiares, que recibieron agua y alimentos para aliviarles de la situación vivida. Al atracar en el puerto de la Ciudad Condal, se informó a los Mossos d'Esquadra para que se hiciesen cargo.
Finalmente, y tras pasar a disposición judicial después de dormir dos noches en la comisaría de Les Corts, el detenido quedó en libertad con cargos por malos tratos en el ámbito familiar, según una orden dictada por el Juzgado número 3 de Barcelona.
