Disminuye el número de conflictos armados en el mundo y el 80% se resuelve con negociación, según un informe

Actualizado: lunes, 26 marzo 2007 18:21


MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

El número de conflictos armados en el mundo tiende a disminuir y en los últimos 15 años el 80 por ciento de los mismos acaba resolviéndose a través de la negociación, siendo sólo el 10 por ciento los que se arreglan por una victoria militar, según se desprende del Anuario 2007 de Procesos de Paz, al que ha tenido acceso Europa Press, que se presentará a finales de abril editado por la ONU. De hecho, el 58% de los abiertos hoy día está en vías de negociación.

Su autor, el director de la Escola de Cultura de Pau de la Universidad de Barcelona y titular de la Cátedra UNESCO sobre Paz y Derechos Humanos, Vicenç Fisas, afirmó hoy que "aunque pocas veces en la historia ha habido tantos procesos en marcha de forma simultánea, lo cierto es que se mantiene una tendencia y van disminuyendo los conflictos armados en el mundo, que, en el 80% de los casos, se resuelven mediante procesos de negociación".

Fisas destacó en declaraciones a Europa Press, que en la actualidad "existen demasiados conflictos no resueltos o conflictos que nunca han llegado a la fase armada, pero en los que hay un espacio de negociación y de existe la posibilidad de abrir procesos de paz".

En este sentido, el informe refleja cómo en el mundo se practica ahora una política 'de espejos' para la resolución negociada de los conflictos, lo que significa, en palabras de Fisas, que cada vez más, se busca "inspiración a través de experiencias de otros países para resolver los propios contenciosos, como Sudáfrica inspiró el proceso de Irlanda; Irlanda el de el País Vasco, o Irak está mirando a Europa por sus modelos autonómicos y federales".

Respecto a los motores de lso enfrentamientos, el experto detalla en su informe cómo en "la mitad de ellos el tema de fondo es autonomía versus independencia que normalmente, se solucionan buscando arquitecturas políticas intermedias que implican un autogobierno muy fuerte". Sin embargo, "en la mayoría de los casos hay un factor económico", apostilló.

"El factor religioso es un añadido en la mayor parte de los conflictos" cuando estos tienen una fácil explicación por esta vía, apuntó Fisas, para quien la religiosidad es un elemento "muy manipulable" y "normalmente encubre otro tipo de factores" como son "la recuperación de un territorio, por ejemplo o la explotación de recursos naturales".

En cuanto a lo ideológico, se encuentra, según el catedrático de la UNESCO, de 'capa caída', algo que se "hace más evidente a medida que pasan las décadas" ya que hoy "son muy pocos los grupos que tienen claramente móviles ideológicos" y los actores armados "ya no son como los de la Guerra Fría".

Así, destacó Fisas, "ha aumentado, más que la guerrilla, lo que se ha llamado milicia, que busca el control de una parte o un todo de un territorio, no tiene ningún reparo para atacar a la población civil y no sigue ningún código de las tradiciones militares o de derecho internacional, por lo que es muy difícil negociar con ellos".

"Es muy frecuente que haya disidencias dentro de estos grupos y resurjan brotes de violencia", afirmó Fisas, "porque están controlados por personas que muchas veces tienen pánico a perder los privilegios que han adquirido mediante la guerra". Además, prosiguió, "muchos de estos grupos intensifican su violencia para luego negociar un estatus que les permita participar del reparto del 'botín político' o militar, y normalmente, esto va a acompañado por una inmensa impunidad".

MALA SOLUCIÓN

Entre los elementos que desestabilizan o entorpecen la vía de la negociación como salida a un conflicto armado, FISA destaca seis en su informe: "la inclusión de los grupos en las listas terroristas"; "violaciones del alto el fuego"; "clima general de inseguridad"; "disidencias en el interior de los grupos armados"; "falta de garantías de seguridad para los negociadores" y "desacuerdo en los planteamientos de aplicación de justicia y reparación".

De ellos, el autor señala como un gran escollo "la existencia de listas terroristas y la no existencia de protocolos de salida para sus integrantes", algo que el catedrático ejemplifica con el caso de Sri Lanka, pero que "ha ocurrido con otros grupos; los hay que ahora están en una fase muy seria de negociación donde es muy probable que entren en una fase de cese de hostilidades y sería muy oportuno que llegado el momento salieran de las listas para facilitar la labor de los negociadores".

Aunque el "factor sorpresa" dificulta mucho la predicción de cómo se resolverá un conflicto armado, FISA fijó en Irak y Sudán los procesos abiertos que peor solución tienen . Así, consideró que, en ambos casos "el número de actores implicados y de víctimas y refugiados" hace de Darfur uno de los problemas más complicados.

Los mismos ingredientes tiene Irak, donde, además, "se da una situación de violencia aguda y muchas dificultades para establecer u organizar actividades de diálogo por la multiplicidad de actores que están involucrados", que, si bien son numerosos también en Darfurm, "allí la ventaja es que están mejor identificados y cuentan con una gestión para abrir negociaciones que puede culminar con éxito en este mismo 2007".

En cualquier caso, puntualizó el autor del Anuario 2007 de Procesos de Paz, "los países que han sufrido intervenciones militares externas son los que luego tardan más tiempo o tienen mayores problemas para resolverse".